Ha llegado el momento. Para la mayoría esperado durante un largo año, para veinte afortunados durante varios años, incluso, toda la vida. Van a salir los Pasos Grandes en el esplendorosa y espectacular Viernes Santo de Medina de Rioseco. El cadena del Longinos, Javier Niño, ha mandado rezar por los hermanos difuntos. Toda la Hermandad se ha puesto de rodillas en uno de los momentos más simbólicos y sobrecogedores de la Semana Santa de Rioseco.
Suena La Lágrima, en el Corro de Santa María, miles de almas se apiñan y clavan sus ojos en el viejo portón de la Capilla de los Pasos Grandes. Últimas indicaciones y comienza el milagro. El titánico conjunto escultórico que representa La Crucifixión del Señor se eleva en los brazos de los cofrades y comienza la maniobra. El calor hace mella en los veinte longineros que tienen que esforzarse para sacar del antiguo Salón de Pasos, a sangría, el monumental conjunto, que ya descansa sobre las horquillas en el primer poso.
La operación se va a repetir con La Escalera. Ahora es Alejandro García el patrón de este barco que quiere ver la luz. De nuevo, de rodillas, un recuerdo emocionado a los que se fueros, un poco de resina sobre las cuarenta manos de los veinte hermanos que, a golpe de fe y esfuerzo, obrarán la proeza de que El Descendimiento salga a las calles de Rioseco.
Hay que bajar más. El codo de Nicodemo tiene que salvar el dintel. El momento es tan angustioso como emocionante. El esfuerzo titánico. Pero La Escalera, un año más, y van 353 ha salido de su Capilla. Los aplausos sinceros premian la entrega y la pericia de veinte personas que han puesto el alma en la maniobra.
Tras Longinos y Escalera, le toca el turno al Cristo de los Afligidos y al de La Paz. El impresionante crucificado también tiene su complejidad para salir de la gótica puerta de la iglesia de Santa María. La estampa es maravillosa, cuando la cruz se acopla en la pétrea portada. Cientos de cámaras y móviles inmortalizan el momento. Los bellos pasos de La Virgen de la Piedad, Sepulcro y Soledad también han salido a la calle. Todos conforman una procesión única.
Las cámaras de TVE, a través del Canal Internacional y La 2, retransmiten para toda España y gran parte del mundo, la tradición secular riosecana. Los comentaristas riosecanos José Antonio Lobato y Ramón Pérez de Castro son los mejores embajadores y relatan todos los pormenores de la Semana Santa riosecana.
Los siete pasos ya desfilan por las calles de Rioseco. Atrás queda una intensa jornada que comenzó, por la mañana, con la obligada visita de los conjuntos escultóricos en su Capilla y en la parroquia de Santa María; o los refrescos de cada hermandad y el animado, colorista y concurrido desfile de gremios. Pero ahora, el Evangelio en madera policromada que narra desde La Crucifixión del Señor hasta su entierro avanza camino de la Calle Mayor, donde se apiñan cientos de espectadores deseosos de ver pasar los pasos, muy cerca.
En la Rúa Mayor los pasos bailan al compás de la música. Se mecen lentamente en los hombros de los cofrades. Al alcanzar la Plaza Mayor, comienzan los esperados relevos. Es el turno del resto de la hermandad. Podrán probar durante algún poso esa sensación de llevar a hombros su paso, que es gloria bendita para un cofrade de Rioseco.
Tras completar La Rodillada, reverencia a la Virgen de la Cruz, y de subir la Calle Mediana –como es costumbre- en apenas dos posos, la Salve a la Virgen de La Soledad es un canto a la esperanza, antes de que los pasos vuelvan a entrar a su iglesia de Santa María y su Capilla. Todo está consumado. El rito se cumplió, el tiempo acompañó y los riosecanos vivieron un Viernes Santo esplendoroso, que pudieron disfrutar millones de espectadores, a través de la pequeña pantalla.