Valladolid y Rioseco más cerca a partir del 20 de septiembre

Todo hace indicar que será este día cuando la autovía A-60, en su tramo Valladolid-Villanubla, pueda estar abierta al tráfico sin necesidad de inauguración

A partir del día 20 de septiembre, Medina de Rioseco y Valladolid estarán más cerca. Los kilómetros, lógicamente que distancian a la capital de Tierra de Campos y la capital vallisoletana serán los mismos, pero no así el tiempo que se tardarán en recórrelos.

Y es que según ha podido conocer este diario, en apenas una semana la nueva autovía Valladolid-León A-60, en su tramo desde la ciudad del Pisuerga al cruce de Peñaflor de Hornija, estará en funcionamiento después de cerca de tres años de retraso. A una velocidad permitida de 120 km/h y evitando la base aérea, la llamada herradura, la travesía de Villanubla, el polígono de San Cosme o la peligrosa bajada de Zaratán, podrá ser entre diez minutos y un cuarto de hora el que los riosecanos se ahorren en cada trayecto a la capital.

Ha sido el propio delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, quien ha confirmado que las obras van a «marchas forzadas» en varios turnos y que la apertura podría realizarse en este mismo mes de septiembre. Aunque no ha confirmado fecha, todo hace indicar que el próximo día 20 de septiembre la nueva infraestructura podría estar abierta, sin necesidad de hacer coincidir ese hecho con la inauguración oficial de la vía.

Por ello, la apertura no se verá retrasada en el caso de que pudiera haber problemas de agenda de la ministra de Fomento, Ana Pastor, de forma que la inauguración oficial de la vía pudiera llevarse a cabo a posteriori. «Se trabaja para poner esta autovía a disposición de los ciudadanos, no para que sea inaugurada por cargo público alguno», ha insistido.

En los últimos días se ha trabajado en la última capa de rodadura, la señalización y los diferentes accesos; hoy mismo se actúa en la conexión con la curva de Villanubla. Se trata de 16 kilómetros de autovía con cuatro accesos: el de Zaratán, el del polígono de San Cosme en Villanubla; el del aeropuerto y el último, el que conecta con la N-601,a  la altura del cruce de Villalba de los alcores y Peñaflor de Hornija.

La Voz recorre en primicia el nuevo trazado de la autovía
Lavozderioseco.com tuvo el privilegio hace unos días de circular por los 16 kilómetros de la nueva vía desde su conexión en Zaratán hasta el cruce de Peñaflor. Sin duda, lo primero que llama la atención es la llamada subida de Zaratán, prácticamente una recta en ascenso que nada tiene que ver con el sinuoso y peligroso trazado que existe en la actualidad, y que se ha cobrado muchos accidentes. El trayecto prosigue por detrás del polígono San Cosme de Villanubla, al que también existe un acceso, y la curva de Villanubla ya no es una herradura. Se ha suavizado el trazado hasta el punto de que el rodeo a la pista de aterrizaje apenas es perceptible y que desemboca en la última de las conexiones, la de Peñaflor-Villalba. En definitiva, una vía que evitará los peligrosos tramos ahora existentes y que permitirá a los riosecanos que acudan a Valladolid ahorrarse un valioso tiempo.

share on: