Una fuga en una de las acometidas de abastecimiento de agua potable de un edificio en la calle Mayor ha provocado que, al menos, cuatro bodegas de la calle Misericordia se hayan inundado casi por completo. Los propietarios de estas estancias subterráneas se dieron cuenta de que sus bodegas estaban completamente anegadas el pasado jueves; inmediatamente avisaron al Ayuntamiento de Medina de Rioseco. Un detector de fugas, llegado desde Palencia, localizó la avería el viernes por la mañana en la acometida de aguas en el edificio del antiguo Centro Parroquial.
Los servicios de obras públicas del municipio arreglaron la avería que el propio viernes quedó restablecida. No obstante, miles de litros de agua anegaban los pasadizos subterráneos de estas cuatro bodegas. Hoy sábado, dos de ellas permanecían totalmente inundadas a la espera de una bomba de achique que pueda extraer el agua acumulada de esta fuga.
El concejal de Obras, Javier Gallego, aseguró que la fuga, al ser en una acometida, no es competencia del Ayuntamiento, “aunque hemos procedido a su subsanación antes de provocar daños mayores”. Ahora habrá que depurar la responsabilidad, aunque todo hace pensar que sea la comunidad de vecinos de este edificio, o en su defecto su seguro, quien tenga que asumir los daños provocados por la inundación.
Lavozderioseco.com visitó las dos bodegas que aún permanecen anegadas. En la más perjudicada, cuyo propietario es José Luis Pérez, el agua ha alcanzado un nivel de casi dos metros, en las tres naves y pasadizos que ocupan más de cien metros cuadrados del subsuelo. El propietario exigía algún tipo de responsabilidad pues los daños son importantes. “Yo tengo mi bodega totalmente restaurada, con muchos muebles y objetos de anticuario, toda ella saneada y puesta con loseta, además de su iluminación correspondiente”, aseguraba.
La imagen es desoladora. Antes de descender todas las escaleras, el agua ya alcanza los últimos peldaños. Tan sólo se ve la parte superior de una gran cuba, usada hace décadas para la conservación del vino, y algún trozo de madera, desprendido de los muebles que daban vida a este merendero subterráneo.
José Luis Pérez afirmó que en los más de quince años desde que es de su propiedad “jamás se había inundado”. Cree que el agua se ha tenido que filtrar ya desde hace algunos días “para alcanzar este nivel tan grande” y está a la espera de conseguir una rigoberta “lo suficientemente potente” para evacuar todo el agua, estancada a más de 14 metros de profundidad.
Otra de las bodegas inundadas es la de Manuel Fuentes, ubicada debajo del comercio del mismo nombre. Él fue uno de los primeros en darse cuenta de la situación cuando intentó dar la luz y se saltaron los plomos. “Nada más descender unos metros supe que había agua, pues en las paredes que siempre habían estado secas aparecía mucha humedad”. Fuentes no recuerda que esa bodega haya tenido nunca agua y menos un metro y medio, como en esta ocasión.
Otro de los afectados es Julián Rodríguez, cuya vivienda situada en la calle Misericordia cuenta también con bodega. Cuando lavozderioseco.com se puso en contacto con él, prácticamente ya había extraído todo el agua de la fuga. Rodríguez confirma que sus dos naves ubicadas a once metros de profundidad se habían inundado, alcanzando más de un metro de agua. Jesús García con una bodega, también en la calle Misericordia, bajo su casa situada en Lázaro Alonso había conseguido bajar considerablemente el nivel de agua.
El Concejal de Obras confirmó que la tubería sustituida era de metal y estaba muy deteriorada por el paso de los años y la oxidación. Asimismo, aseguró que en breve se instalará un contador en el edificio para registrar los pasos de agua y controlar este tipo de fugas, independientemente de que luego cada vecino tenga su contador particular. Por último, confirmó que el Ayuntamiento todavía no había recibido ningún escrito o denuncia de los afectados.