Una familia que llegó desde Trujillo: Los Pizarro (IV)


Teresa Casquete Rodríguez. Historiadora del Arte

El siglo XVIII finalizaba para los Pizarro riosecanos con un nuevo intento de demostrar su enlace genealógico con los antiguos señores de Alcollarín, vínculo que defendían aquellos tres hermanos con quienes comenzamos esta serie de artículos. Fue Cristóbal Antonio Pizarro -de quien hablamos en el capítulo anterior-, quién inició la reclamación de sus derechos sobre la tenuta y posesión de los mayorazgos, entonces vacantes, fundados por el capitán Gonzalo Pizarro, D. Francisco Pizarro, el comendador D. Fernando Pizarro y su mujer Francisca Pizarro. La petición resultó infructuosa, pero no así el nuevo siglo que comenzaba, que supuso el momento de máximo esplendor de esta familia de Rioseco, con una destacada participación en la política local y provincial. Su nueva ocupación se vio favorecida por una serie de enlaces matrimoniales, con miembros de otras familias de la zona, pertenecientes también al mundo político del momento en la comarca (los Cuadrillero, los Alonso, los Martínez, los Reoyo…).

José María Pizarro Alonso, alcalde de Medina de Rioseco.

Así el representante de la principal rama riosecana, José María Pizarro Díaz de Castro, se casó en 1818 con Venancia Cuadrillero Herce, perteneciente a una acaudalada familia dedicada a la política y procedentes de Palazuelo de Vedija. José María poseyó una ejecutoria de hidalguía fechada en 1820 y fue alcalde de Rioseco con Isabel II. Un tío suyo, Felipe Indalecio Pizarro, también fue Alcalde Mayor de Medina de Rioseco entre 1804 y 1808 y Juez Delegado de todas las rentas de la ciudad y su partido judicial. Fue además Abogado de los Reales Consejos y en 1808 solicitó plaza de Corregidor para Don Benito (Badajoz).

Sucesor de José María, fue su hijo Vicente Pizarro Cuadrillero, presidente de la Diputación Provincial en 1866, decano del Colegio de Abogados de Madrid y Diputado por el distrito de Rioseco y por el Partido Conservador. También presidió durante algunos años la institución provincial un primo suyo, Luis García Pizarro.  Vicente se casó con una prima llamada María de la Cruz Cuadrillero, con quien tuvo una numerosa descendencia, entre ellas una hija llamada Emilia Pizarro Cuadrillero, que tiempo después se unió en matrimonio con el Registrador de la Propiedad, Luis González-Miranda de Caso. Precisamente fue otra mujer del mismo nombre, quién inmortalizó a este riosecano, la escritora Emilia Pardo Bazán, quién en su libro “Por la España pintoresca”, relata su visita a Medina de Rioseco y la actuación como guía turístico de  Vicente Pizarro. Le describió así: “…es un hidalgo medinense, que sin saber porqué me recuerda al Caballero del Verde Gabán. Obsequioso y hospitalario, como el simpático personaje de Cervantes (…). También Vicente reparte sus horas entre caza, pesca, buenos libros, tratos con los amigos y pacíficos solaces campestres. (…) El hidalgo de Rioseco no es solamente gran agricultor y personaje político. Entre la agricultura y las luchas electorales, encuentra como dejó indicado, tiempo para leer y ojea más los libros profanos que los devotos…”.

Su hermano Frutos Pizarro, se casó en 1861 con Aureliana Alonso Herrera (familiar del alcalde riosecano Lázaro Alonso) y tuvieron por hijo a José María Pizarro Alonso, abogado y también alcalde de Medina de Rioseco, cuyo retrato ilustra este artículo. La mujer de José María fue Antonia Martínez Semprúm (hija del también alcalde Antonio Martínez Salcedo) y de sus hijos son descendientes los actuales componentes de la familia Pizarro, de Medina de Rioseco.

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