Nos regala nuestro compañero Fernando Fradejas esta preciosa fotografía de la silueta de Rioseco, en el que todos nos vemos reflejados. La imagen es bella y quizá con estos versos del gran Antonio Machado se vuelva aún más enigmática.
Y todo el campo un momento / se queda, mudo y sombrío, / meditando. Suena el viento / en los álamos del río.
La tarde más se oscurece; / y el camino que serpea / y débilmente blanquea /se enturbia y desaparece.