Imagínese nadar 1.500 metros, salir empapado del agua, subirse encima de una bicicleta y marcarse 40 kilómetros. ¿Le parece mucho? Pues aún no ha acabado. Deje la bici, cálcese los deportivos, y a correr 10 kilómetros. Si ha llegado a la meta habrá completado un triatlón en su modalidad olímpica. Enhorabuena. Ahora a todo esto añadan una espectacular tormenta, lluvia que arrecia con fuerza, rachas de viento de hasta casi 60 kilómetros por hora y frío, frío para ser el mes de julio, claro.
El Triatlón Canal de Castilla, el más veterano de toda la región, fue épico. Con imágenes casi dantescas. Oleaje en la dársena del Canal de Castilla, asfaltó muy mojado, dos importantes aguaceros, barro, granizo, mucho sufrimiento… No se recordaba en las 24 ediciones nada igual y una vez más, los triatletas demostraron que están hechos de otra pasta.
El día amaneció inestable. A las tres de la tarde un fuerte aguacero complicaba la salida de la competición que organiza cada año el Ayuntamiento de Rioseco, aunque el sol parecía que quería sumarse a la gran fiesta del deporte riosecano. Un espejismo. 160 atletas se introducían en las apacibles aguas del Canal de Castilla que, luego, se tornaron bravas.
Cuando los primeros triatletas salían de la natación y el grueso de los deportistas aún completaba los 1.500 metros nadando, la tormenta descargó con fuerza. Las rachas de viento endurecieron -aún más- la prueba y las imágenes de los nadadores eran casi heroicas. La Federación de Castilla y León de Triatlón decidió no suspender la carrera y los deportistas fueron tomando la bicicleta y desafiando a la lluvia, el viento y el frío que se intensificaba tras salir del agua.
Tanto, que el triatleta que había dominado la natación con mucha autosuficiencia, en la bicicleta no aguantó. Sucumbió al frío y tuvo que abandonar. Aunque aún peor fortuna corrió el que comandó el segmento de ciclismo. Una fuerte caída le obligó a retirarse muy dolorido. A la postre, fue el corredor Rodrigo Rodríguez, del club Triatlón Santander, que con 2:08:27 se llevó esta épica edición del Triatlón Canal de Castilla.
Segundo fue Alberto Bravo, del Club Labora, clasificado a un minuto y doce segundos del ganador. Y el tercer puesto fue para Óscar Lucas Barrios, quien se marcó una espectacular prueba, firmando una meritoria tercera posición, que refrenda la excelente temporada del riosecano que tras mejorar su natación está apareciendo en los primeros puestos de los triatlones que disputa.
En féminas, Ángela Tejedor, del club Molpesa, se llevó la prueba con mucha diferencia sobre la segunda y la tercera clasificada, Vanesa Díaz y María Mercedes Torres, respectivamente. La victoria por equipos recayó en IMD Segovia (masculino) y Molpesa Univest Triatlón (femenino). Estos fueron los podios de una carrera en la que la verdadera victoria fue cruzar la línea de meta, a la heroica, en el triatlón más épico que se recuerda en el Canal de Castilla.