José Antonio Santamaría Silva es el forrest gump de Castro Urdiales. Un día comenzó a correr y ya no ha podido dejar de hacerlo. Pero lejos de hacer que esta afición tan sólo fuera un hobbie, el cántabro ha decidido que sus zancadas sean solidarias. Por eso, el 1 de abril de 2012 decidió que iba a completar 240 maratones consecutivas, sí han leído bien, 240, (una maratón por día durante 8 meses) para recorrer más de 8.000 kilómetros por toda España y recaudar fondos en la lucha contra el alzheimer.
El deportista, natural de Mioño, junto a Castro Urdiales, recaló ayer a Rioseco. “Es un pueblo precioso; ya he subido todas las fotos al facebook”, dice tan aceleradamente como sus pasos, cuando cada mañana se calza sus zapatillas deportivas y comienza a correr. “Correr es mi vida, no sé hacer otra cosa, me he propuesto llegar todos los días a esos 40 kilómetros, aunque tengo una pierna muy tocada, espero que me deje cumplir el reto”, dice el santanderino, quien cuelga todas las fotografías en su perfil de facebook que va creciendo a modo de bitácora, con un diario de viaje y aumentando en número de amigos, que le transmiten digitalmente todo su apoyo y ánimo.
Los fondos que recaude irán destinados a CEAFA (Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias), a través de un número de cuenta, que en unos días estará activo. “Yo pongo mis piernas y el resto de la gente su donativo”, explica gráficamente, mientras muestra las banderas regionales de cada comunidad autónoma que atraviesa. ¿Y por qué el alzheimer? “Porque es una enfermedad que me toca muy de cerca. Hace seis años detectaron alzheimer a mi suegro. Estoy muy concienciado con esta problemática y quiero que con mi hazaña la gente también lo haga”, dice este pescador cántabro en paro, de 39 años de edad, casado y con tres hijos.
La aventura no está siendo fácil, aunque sí apasionante. Salió de casa con 400 euros, financiados por La Caixa. “Ya sólo me quedan 80 euros. La verdad es que la gente se porta muy bien, en algunos sitios me dan alojamiento y manutención gratis. Si tengo que dormir en parques lo haré, no me importa”, explica el corredor, quien fue capaz de adelgazar casi 50 kilos en tan sólo 5 meses. “Yo pesaba más de cien kilos. Cuando me quedé en paro entré en una depresión y solo iba del sofá a la cocina. Hasta que un día decidí que no podía seguir así. Me puse a dieta y comencé a correr tres otras diarias”.
Su compañera de viaje tan sólo es una mochila (con lo más indispensable) que pesa 10 kilos y dos teléfonos móviles que le sirven a modo de cámara de fotos y ordenador portátil para escribir su crónica gráfica de cada jornada, donde nombra a todas y cada una de las personas que conoce y le prestan ayuda [en la imagen junto a los bomberos de Rioseco]. “Cada día es una aventura, porque no sabes lo que te vas a encontrar. Tengo fotos muy curiosas, como por ejemplo la de un lagarto amarillo y negro en una cuneta o la de un corzo que acababa de ser atropellado en una carretera”, explica Santamaría, cuyo objetivo son esos 8.000 kilómetros para recorrer todas las capitales españolas por una buena causa: la de acabar con el alzheimer.
Recepción con el Rey, vuelta a España y salto a las islas.
“Quiero llegar a todas las capitales de provincia”. Y cuando dice todas, son todas: incluidas las de Canarias, Baleares e, incluso, Ceuta y Melilla. José Antonio Santamaría que inició su aventura el pasado 1 de abril en su casa, Castro Urdiales, pretende 8 meses de carrera diaria. Ya ha recorrido Santander, Burgos, Palencia y Valladolid. Ayer recaló en Medina de Rioseco donde continuará destino hacia León, para llegar a Asturias y Galicia y luego iniciar toda la Ruta de la Plata hasta Cádiz. Desde Andalucía pretende llegar a Canarias y a las dos ciudades autónomas al otro lado de Gibraltar. Más tarde subirá “en zig-zag” hasta la comunidad valenciana, navegará hasta Baleares, para retomar en Castellón su ascensión por la costa mediterránea a Cataluña, Aragón y País Vasco. Desde allí regresará ya a su punto de partida, no sin antes pasar por Madrid, “donde espero audiencia Real y si es posible con el presidente del Gobierno”, recalca Santamaría, quien desvela que el alcalde de Valladolid no le recibió en su visita al Ayuntamiento vallisoletano. Desde estas líneas, en su carrera contra el alzheimer, Santamaría agradece toda la ayuda prestada, en especial a la Guardia Civil quien está muy atento a su gesta y le escolta durante muchos tramos de su recorrido por carreteras nacionales. La meta está mucho más cerca, esperemos que la victoria contra esta terrible enfermedad también.