Lunes Santo. Iglesia de Santiago. Algunos cofrades de La Oración del Huerto cumplen el rito de vestir el árbol. Una costumbre arraigada en esta hermandad que abre cada Jueves Santo la procesión del Mandato. Desde tiempos inmemoriales, los cofrades de La Oración sustituyen las ramas que adornan el árbol por unas nuevas. En algunas ocasiones fueron de hiedra, pero en los últimos años se decantan por el olivo.
Por la mañana, los mismos cofrades, encabezados por el Mayordomo, acuden al Pago de La Perla, cercano a la ermita de Castilviejo. Muchos niños y jóvenes quieren iniciarse en esta entrañable costumbre de la cofradía. Allí recogerán ramas de olivos. En esta ocasión, la escasez de lluvias no ha posibilitado una buena recolección, por eso acuden a casa de Javier García, hermano del paso, que en su patio tiene un frondoso olivo, cuyas ramas adornarán el conjunto.
Bajo las órdenes del veterano Isidro Gómez, durante más de 40 años dedicado a este cometido, el árbol va tomando forma. Primero se colocan las guías, o ramas de mayor porte, para -más tarde- ir rematando el árbol, donde se asienta el Ángel, que ofrece la cruz y el cáliz a Jesucristo.
Normalmente es el Mayordomo el que da el visto bueno. Cuando la obra está perfectamente acabada, una pasta y un orujo para celebrar que el paso ya tiene su nuevo olivo. Como siempre decía el recordado Vicente Martín cuando el olivo está bien vestido el Cristo sonreirá. Ya está preparado para que el Jueves Santo abra el cortejo procesional.