Fueron unos instantes angustiosos. Unas imágenes que han dado la vuelta al mundo. Un muro humano. Una maraña de hombres y astados. El tapón más brutal de los sanfermines en las tres últimas décadas y que afortunadamente se saldó con un número de heridos muy inferior al que la lógica hacía presagiar.
Afortunadamente un riosecano pudo esquivar en los últimos momentos ese tapón, que dejó a decenas de personas a merced de los toros de Fuente Ymbro en el penúltimo encierro de las fiestas de San Fermín. Javier Rueda, un gran aficionado a la tauromaquia, pudo evitar el tapón en el último instante gracias a una carambola.
Como siempre corrió el último tramo, el de la bajada de telefónica y callejón. Iba a pocos metros de los pitones de un toro jabonero que se había quedado rezagado. La carrera era limpia hasta que entró en el callejón y sin dar crédito a lo que veía se dio cuenta que la entrada estaba taponada. “Entonces un toro se dio la vuelta y en ese momento me acordé de las gateras y me metí por una de ellas”.
Efectivamente, en las imágenes de Televisión Española se puede apreciar como el joven corredor riosecano llega hasta el callejón y cuando se encuentra con el muro humano, reacciona rápidamente y se introduce habilidosamente por los agujeros existentes en el túnel de acceso a la plaza, que conectan con un pequeño habitáculo y que se practicaron precisamente para evitar estas montoneras humanas.
“La verdad es que ha sido una situación que me ha impresionado mucho. Junto a mí había un muchacho inconsciente y se oían gritos. Había auténtico pánico”, relata Javi Rueda. La fortuna del riosecano fue que el toro con el que corría cayó. “Entonces me aparté a un lado de la talanquera y entré unos segundos más tarde callejón”. De lo contrario, la situación hubiera sido mucho más complicada para el joven riosecano, quien el pasado domingo corrió el primero de los encierros y colaboró con otros mozos para encauzar la carrera de un toro despistado, y que no arremetió milagrosamente a un grupo de mozos agolpados junto a la talanquera, en la que también se encontraba otro riosecano, Juan Rueda.
Afortunadamente, para el joven corredor, perteneciente a la Asociación Taurina Riosecana, todo quedó en un susto, que no olvidará. No obstante, su pasión por los encierros le llevó tan solo 24 horas después a volverse a poner delante: fue en el último de los encierros ante los peligrosos toros de Miura.
Una carambola que evitó acabar en la montonera
Imagen de la secuencia en la que se ve como Javi Rueda corre, con camiseta verde, a la izquierda del toro jabonero rezagado. Metros más adelante el morlaco cae y el riosecano tiene que frenarse y retirarse, para entrar segundos más tarde a la plaza; circunstancia que hizo que esquivara la montonera.
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