Un año más Rioseco celebró ayer la festividad de San Roque. Los componentes de esta la cofradía titular se congregaban al filo de las siete de la tarde en casa del mayordomo, que este año ha recaído en el cofrade Isidoro Margareto, quien ofrecía un pequeño refrigerio consistente en unas pastas y unas bebidas.
Después, se dirigían hacia la iglesia de Santiago encabezados por la vara mayor, donde se procedería a la celebración de la misa, en la que se llevó a cabo la bendición de los populares periquitos y tras la cual partiría la procesión que recorrió las calles de Los Lienzos, plaza Mayor, San Buenaventura, Antonio Martínez y La Doctrina, antes de volver a la iglesia de Santiago siempre acompañada por el estruendo de los cohetes.
La talla de San Roque es una pequeña imagen que permance durante todo el año en uno de los retablos laterales de la iglesia de Santiago, junto a la sacristía. Normalmente, es en este templo donde recibe culto y desde donde parte la procesión, cada 16 de agosto. En el año 2012 la talla del santo titular recobró su aspecto original gracias a la cofradía y a la Asociación para la Restauración y Conservación de los Templos. La empresa salmantina Uffizi fue la encargada de llevar a cabo las labores de restauración que se centraron en la consolidación de la talla y en la recuperación de las policromías originales de esta bella escultura del siglo XVII.