Ganar, ganar, ganar y luego ganar. Así definía el fútbol Luis Aragonés y con esa mentalidad afrontó el Club Deportivo Rioseco su partido ante el Betis el pasado sábado. Conocedores de la importancia que tenía esta victoria, los blanquinegros plantearon el encuentro con mucha seriedad y con una gran confianza en su juego.
El Betis intentó llevar la manija del encuentro, con mucha presencia en el centro del campo e intentando poco a poco llegar al área local. El Rioseco, por su parte, se sintió cómodo defendiendo y no tuvo prisa a la hora de lanzarse al ataque. Los minutos transcurrían y, aunque el equipo visitante era el dueño del balón, no conseguía inquietar la portería de un Reguera que se mostró muy seguro durante todo el encuentro. Los riosecanos se hicieron más fuertes con el paso del tiempo. Con balones en largo que Paco y Diego se encargaban de convertir en ocasiones, el conjunto local se iba aproximando cada vez con más peligro a la portería bética.
Las instrucciones desde el banquillo eran sencillas, pero muy efectivas: «intensidad, orden y presión», pedía el técnico blanquinegro. El equipo, poco a poco, se intercambió los papeles con el Betis y se convirtió en el favorito para llevarse la victoria. La primera gran ocasión para los riosecanos llegó en el minuto 23, cuando una falta lateral botada por Diego estuvo a punto de sorprender al meta visitante. A partir de esa oportunidad de gol llegaron los mejores minutos locales, que sólo se vieron interrumpidos cuando el delantero bético, Abraham, estrelló un balón en el larguero en la que sería la mejor ocasión de los visitantes.
Esta ocasión fallada por el Betis no hizo más que espolear al Rioseco, que pocos minutos después, cuando parecía que el marcador no se iba a inaugurar en el primer tiempo, se adelantó con un gol de Paco en una buena acción dentro del área. Era el momento propicio para adelantarse, el conocido como gol psicológico, que hizo que los jugadores llegasen al tiempo de descanso convencidos de que los tres puntos se debían de quedar en el Estadio Juan Carlos Navarro.
En la reanudación el guión del partido no cambió. Sí el Rioseco aparentaba comodidad en el primer acto, en el segundo tiempo y con ventaja en el marcador se mantuvo ordenado, esperando su momento para sentenciar el partido en algún contraataque. El Betis buscaba el empate, pero sólo podía hacerlo a través de jugadas aisladas o disparos lejanos, todos repelidos por un gran Reguera. Los locales habían conseguido anular al Betis que veía como el reloj corría en su contra y que no conseguía abrir paso entre la zaga riosecana.
La tranquilidad llegó en el minuto 78, cuando Diego recibió un balón, se lo acomodó con tranquilidad para su pierna izquierda y lo colocó en la misma escuadra. El banquillo del Rioseco estalló de júbilo, dejando clara la importancia de la victoria para mantener vivo el sueño de la permanencia.
Los minutos restantes de partido fueron un intercambio de golpes por parte de ambos equipos, pero el Rioseco tenía la tranquilidad del 2-0 en el marcador. El pitido final puso fin a otro capítulo en la lucha por la salvación, capítulo en el que equipo y afición volvieron a demostrar que mientras hay vida hay esperanza, y que el Club Deportivo Rioseco está más vivo que nunca. Por cierto, el club celebró el IV Encuentro de Escuelas de Semana Santa 2014. Los más pequeños de la cantera además quisieron animar al primer equipo saltando al terreno de juego con los jugadores que están luchando por la permanencia, que ya acarician.
Alineaciones: C.D.Rioseco: Reguera, Valdi, Tazi, Piti, Gómez, Tomás (’67 Alvarito), Xurre, Juanpe (’80 Chapa), Paco, Diego y Alberto (’85 Buddy). Betis: Carlos, Juan C., de Fuentes, David, Jonathan, Gonzalo (’70 Andrés), Héctor, Pirri, Abraham, Adalia y Arroyo (’44 Martínez).
Goles: 1-0 (’42) Paco. 2-0 (’78) Diego.