Víctor Caramanzana es el nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Valladolid desde este jueves 31 de marzo, precisamente en el que el riosecano cumple 51 años. En una rueda de prensa ha comunicado el porqué de este paso adelante que se toma como un “reto”. Rioseco vuelve diez años después a encumbrar a uno de los suyos a la presidencia de la institución cameral, después de que Vicente Garrido Capa fue presidente desde 1987 hasta 2006.
Víctor Caramanzana nació en Medina de Rioseco el 31 de marzo de 1965. Es master en dirección de Empresas por la Universidad Pontificia de Salamanca y master de Dirección Comercial y Marketing por la Escuela de negocios de la Cámara de Comercio de Valladolid. Caramanzana es, desde su fundación, en 1997 presidente de la Asociación de Empresarios y Profesionales de Medina de Rioseco y su Comarca (Aempryc) y también presidente de la Federación Regional de Distribuidores de Gasóleo de Castilla y León.
El empresario riosecano es presidente del grupo Caramanzana que desde 1926 se dedica a la distribución de hidrocarburos en Castilla y León. Fue en septiembre de 2002 cuando se integró en la Cámara de Comercio, entonces como consejero asesor de la Cámara por la comarca de Medina de Rioseco. Ha recordado en su presentación este momento cuando le sugirió a su paisano Vicente Garrido Capa que las comarcas también debían estar representadas en esta institución. “Entonces jamás pensé llegar hasta aquí”, ha reconocido.
Víctor Caramanzana es desde 2006 miembro de pleno de la Cámara con la empresa Caramanzana Rey S.L. ocupando varios cargos: presidente de la Comisión de Medio Ambiente y presidente de la Comisión Territorial, más tarde vicepresidente y, desde este jueves, máximo responsable de la institución cameral, como ya lo fue su paisano y amigo, Vicente Garrido Capa, con el que coincidió en un homenaje que la Asociación de Químicos de Castilla y León le rindió en su localidad natal hace unos meses.
Caramanzana ha estado muy relacionado con el tejido social de Medina de Rioseco, participando activamente en la Asociación Protemplos de la localidad y en su Semana Santa, siendo el presidente de la cofradía de La Flagelación, Víctor está casado y es padre de dos hijos. Entre sus aficiones figura el deporte, especialmente el pádel, del que es un habitual. Tal y como dice el riosecano comienza “una nueva etapa en su vida” y espera que desde su nueva responsabilidad pueda tener muy presente a su ciudad.