Los riosecanos tendrán de nuevo, esta noche, la ocasión de revivir los ritos procesionales que tienen lugar al atardecer de cada primavera los días de Jueves y Viernes Santo, al menos de una forma musical.
El acto se trata de un concierto conmemorativo, con motivo del 350 aniversario de la Hermandad del Descendimiento, en el que se interpretarán diferentes piezas musicales, todas ellas con una estrecha vinculación semanasantera.
Este concierto se incluye, a su vez, en la programación de la XXVIII edición del Festival de Música en los templos y estará dirigido por el riosecano Pablo Toribio Gil, que interpretará una Salve muy importante por su singularidad en el ámbito de la musicología, que lleva sin interpretarse desde hace tres siglos. “Es una Salve que ha roto muchos esquemas, siendo un canto mariano contiene características típicas de los profanos”, explica Toribio.
El músico riosecano encontró casi por casualidad esta obra, la transcribió y la revisó exhaustivamente. “Cuando estaba realizando la tesis doctoral en Salamanca sobre Antonio Yangüas, me di cuenta de que esta Salve no era suya sino de un músico madrileño del siglo XVIII. Al tratarse solo de un borrador, pasó totalmente desapercibida y desde 1740 no se ha vuelto a interpretar”, recuerda.
“Y es que la celebración litúrgica de la Semana Santa no se puede concebir sin la existencia de notas musicales, que representen, acompañen y carguen de solemnidad los actos que la conforman”, explica Pablo Toribio, quien también interpretará en estreno una creación propia, Ave María, dedicada a la Virgen de la Soledad, advocata de la Quinta Angustia. “Esta pieza forma parte de mí, me hace especial ilusión poder estrenarla en un marco así”, confiesa.
Cinco músicos y nueve piezas, rematadas por ‘La Lágrima’
Toribio Gil, al piano, estará acompañado en este concierto, dedicado a la antigua cofradía de la Quinta Angustia, por la flautista Katrina Penman; el violinista Gorka Cortijo y por dos sopranos, la también riosecana Beatriz Pérez de la Mora y Susana García Mayo. El repertorio estará compuesto por Salve (José de Nebra); Aria de la Suite nº3 (Johan Sebastian Bach); Bist du bei mir (Johan Sebastian Bach); Concierto para dos mandolinas (Antonio Vivaldi); Ave María (Franz Schubert); Pie Jes (Antonio Webern); Gabriel’s oboe (Ennio Morricone); Ave María (Pablo Toribio) A la muerte del General O’Donnell, La Lágrima (Enrique Arbós). Por último, Toribio destaca que durante los últimos cuatro poemas declamará unos versos la cofrade riosecana Beatriz Lavín.