Sol primaveral, casi veraniego. Cielos azules para recibir a los Pasos de Semana Santa que se desperezaban de su letargo anual en el Museo y cobraban vida en las calles en un popular y tradicional traslado, que se ha convertido en uno de los acontecimientos esperados por los riosecanos en estos prolegómenos de la Pasión.
Un traslado en el que los cofrades y riosecanos vuelven a probar la madera. Es el momento elegido por los que aún no tienen la edad para portar el paso en procesión, puedan tener su oportunidad, o por el contrario, los que ya han sobrepasado la edad límite para sacar el paso puedan recordar tiempos pasados.
El traslado de los pasos de Semana Santa se ha convertido en una fiesta en Rioseco, un reencuentro de cofrades y hermandades que, tras depositar sus pasos en las iglesias de Santiago y Santa María han compartido un animado vermú.
Cristo de la Clemencia (que hizo su traslado este Viernes de Dolores), Oración del Huerto, Flagelación, Jesús Atado a la Columna, Ecce Homo, Nazareno de Santiago, La Santa Verónica, Nazareno de Santa Cruz, La Desnudez, La Pasión, La Dolorosa, Cristo de los Afligidos, Cristo de la Paz, Piedad, Sepulcro, Soledad, Cristo Resucitado y Virgen de la Alegría (además de los dos Pasos Grandes en su capilla) aguardan en las iglesias de Santiago y Santa María el momento en el que volverán a las calles. Será ya en las procesiones de Semana Santa, esperadas durante todo un largo año.