Teatro y bailes en la residencia de ancianos

Las actividades culturales deben servir para que las personas mayores puedan tener una utilización gratificante y constructiva de su tiempo y, por lo tanto, han de ir encaminadas a resolver, en parte, los problemas de soledad, además de mejorar y reforzar condiciones cognitivas, de salud y relaciones sociales en lo que Manuel Martín García ha llamado “utilización terapéutica del tiempo libre”.

Por eso, iniciativas como la semana cultural que tuvo lugar en la residencia de ancianos de Rioseco la semana pasada ayudan a nuestros mayores a sentirse vivos y protagonistas con actividad como la obra de teatro que con tanta voluntad y esfuerzo pusieron en escena, el viernes, el grupo de voluntarias Julia Morejón, Charo Lucas, Lourdes Pérez, Pili de las Cuevas, Dori San José, Tita Rueda, Geni Niño, Alfonsa Mansilla, Neli Rodríguez y Mercedes Fernández cuya labor sólo se puede calificar de necesaria y encomiable.

Esta pequeña pieza teatral del gran Alejandro Casona cuenta la historia de un mancebo pobre que se casa con una «fiera indomable», más noble y rica que él, y de los trucos que tiene que llevar a cabo para «domarla». Luego, su suegro intentará hacer lo mismo con su esposa pero parece que es demasiado tarde.
El sábado, tuvo lugar la clausura de estas acertadas jornadas que se inició con el pequeño homenaje que recibió la veterana riosecana Gregoria Tomé en el que familiares, residentes y personal la cantaron el feliz cumpleaños, además de recibir un diploma y un abanico de manos del alcalde, Artemio Domínguez, quien expresó dirigiéndose a todos los ancianos presentes que “lo mejor que puede suceder que ocurra esto muchas veces”. Momento en el que la centenaria mujer aprovechó para recitar, como ya hiciera ante las cámaras de lavozderioseco.com,  los cerca de 40 versos del poema Jesucristo y el labrador, además de tener un recuerdo cariñoso para “mis monjitas allí donde quieran que estén”.

El regidor tuvo palabras de agradecimiento hacia las colaboradoras y destacó la “profesionalidad” de los trabajadores del centro. Más tarde, tuvo lugar una vistosa y entretenida exhibición de bailes en línea a cargo de componentes del Centro de Personas Mayores Río Esgueva de Valladolid antes de que todos saborearan una sabrosa chocolatada como fin de fiesta.