Siete y media de la tarde. Dársena del Canal de Castilla. Miles de personas, cientos de niños. A lo lejos una luz, la del barco Antonio de Ulloa. En su proa los tres Reyes Magos que llegan a Rioseco. Una sonrisa en todos los rostros, felicidad en los más pequeños. Es la llegada de sus majestades de Oriente a la Ciudad de los Almirantes surcando las aguas del Canal de Castilla.
Pero entre todas ilusiones, entre todas las sonrisas y felicidades, ayer había una que eclipsaba el resto. Era la de la pequeña Thayré Paniagua Silva, una pequeña de 9 años de la localidad de Villamuriel de Campos que ayer cumplió su sueño de llegar en el barco junto a los Reyes Magos.
La historia es tan bella como conmovedora. Los mensajeros reales visitaron hace unas fechas el colegio de Campos Góticos, donde la niña estudia. Thayré les transmitió que este año no quería ningún regalo más que unos radios de colores para su silla de ruedas y viajar en el barco Antonio de Ulloa con los Reyes.
Como además de Magos, son bondadosos, Melchor, Gaspar y Baltasar aceptaron de buen grado. El concejal de Cultura, David Esteban, calificaba de “mágico” el momento y agradecía a David García (propietario de bar Kijuana) que se hubiera puesto en contacto con el Ayuntamiento para trasladarles la petición de la pequeña.
El resto fue casi como un cuento para la pequeña Thayré que, no solo vio como su silla de ruedas adquiría colores, sino que también tuvo el privilegio de viajar con los tres Reyes Magos. “Han sido muy simpáticos y me han dicho que ha sido un honor que les acompañara”, decía con una eterna sonrisa la niña.
Sus padres, emocionados, aguardaban el instante en el que vivir junto a su hija uno de los días más felices de su vida. Y es que si hay un momento bello durante el año, en el que los sueños pueden cumplirse, este es el cinco de enero.