La residencia de ancianos Sancti Spíritus y Santa Ana celebró la semana pasada sus Jornadas de homenaje a nuestros mayores. Una misa oficiada por el sacerdote Alejandro Ovelleiro, un campeonato de cartas, talleres de musicoterapia, manualidades y elaboración de pan de mosto, una conferencia sobre Santa Teresa de Jesús pronunciada por el director del Museo de San Francisco o la actuación de Juan Carlos Vega son algunas de las actividades que han tenido lugar durante unas jornadas en las que ha colaborado el Ayuntamiento de la localidad, además de las empresas de repostería Cubero y La Flor de Castilla.
El viernes, el programa contempló por la tarde una sesión de baile con chocolatada, además de las clausuras de las jornadas a cargo del alcalde riosecano, Artemio Domínguez. Pero sin duda la novedad principal de las presentes jornadas ha sido la instalación de la exposición que se inauguró el pasado jueves.
Las fotografías tienen el gran poder de evocar el pasado, de traer al presente la emoción de lo vivido. Gratos recuerdos que durante estos días han llegado a la residencia gracias a la instalación de la muestra . El día de la boda, el regreso de la mili, los retratos de la juventud, las reuniones familiares o un día en la feria son solo algunos de los momentos que recogen las más de cien fotografías de una exposición que se completa con bellas frases como la de la escritora George Sand que dice que “la memoria es el perfume del alma”.
Y con las fotografías llegaron los recuerdos, y con ellos, la emoción, la nostalgia, la alegría. De esta manera, el riosecano Julio Castellanos no pudo reprimir las lágrimas al verse muy joven junto su esposa, quien falleció hace seis meses. En cambio, para Adoración Herrero, de Villagarcía de Campos, fue la ocasión de traer al presente su infancia en Cuba, donde nació hace 93 años.
En la inauguración, el teniente de alcalde del Ayuntamiento riosecano, David Esteban, acompañado por los también concejalas Blanca Valbuena y Beatriz Alonso, se dirigió a las personas mayores para indicarles que “una imagen vale más que mil palabras, pero ocupa mucha más memoria con todos los recuerdos que genera”. La trabajadora social, Rosa Isabel del Campo, y la terapeuta ocupacional, Elena Cid, han sido las encargadas de hacer realidad una muestra en la que “los familiares se han volcado”. No cabe duda de que “la exposición ha calado porque ha recordado a los residentes sus momentos de juventud”, según ha explicado el director del centro, Santiago Rico. De hecho el gran éxito de la iniciativa ha motivado el que se ya piense en realizar la muestra en próximos años. Porque al final, según la frase del poeta latino Marcial, “poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces”.