La magia de la Navidad llegó por adelantado a la Ciudad de los Almirantes. El pasado sábado, el Club Deportivo Rioseco tiró de orgullo, llenó de satisfacción y fue capaz de dar la vuelta a un partido que se presentaba más difícil que librarse de, por lo menos, un ¿y tú qué, ya tienes novio –o novia–? en Nochebuena. Los blanquinegros dieron un giro al guion del encuentro, tras el descanso, del mismo modo que el día 24 de diciembre cambia después del tradicional discurso del Rey o con los estúpidos chascarrillos del cuñado de turno.
Y es que nada tiene que ver la manera en la que se vive la tarde y la noche de uno de los días más familiares del año. La tarde del 24 de diciembre es un auténtico barullo, un agobio, un continuo trajín de idas y venidas sin sentido. En definitiva, una amalgama de familiares, comida y dulces almendrados amontonados en casa de la abuela e incapaces de encontrar su sitio. La primera parte del partido ante el CD Béjar fue, para el Rioseco, en cierta parte, así. Los blanquinegros se vieron superados por los de rojo y encajaron dos goles en apenas 30 minutos de juego. Álvaro, Paco y Baeza intentaron equilibrar la balanza del encuentro, pero les resultó tan imposible como una gala de Nochebuena en TVE sin Ramonchu.
El discurso del Rey es al último 24 del año, lo que el reglamentario tiempo de descanso fue, el pasado sábado, a la zaga riosecana. Tras el parón, los de David supieron levantarse firmes y confiados. Despertaron su mejor versión, se adueñaron del balón y ganaron el control del partido, dejando a los de rojo como un cuñado sin gracia. Con un fútbol veloz y bien estructurado, remontaron hasta el 3-2, con un doblete de Paco y un espectacular trallazo por la izquierda de Churre. Así, en la segunda mitad, los riosecanos presionaron la salida del balón y cortocircuitaron muy arriba el fútbol de los de rojo, con la misma astucia que las madres pelan langostinos, y consiguieron una heroica remontada como locales.
Lo que tampoco faltó en el verde del Juan Carlos Navarro, en la fría tarde de sábado, fue el belén; pese a que todavía quedaban unos cuantos días para la Nochebuena. El conjunto visitante fue el encargado de colocar la primera pieza. Todo comenzó tras el gol que daba la victoria a los locales. Justo en la siguiente jugada, durante el contraataque rojo, Baeza sufrió un fuerte e inexplicable codazo de Neila. El impacto ocasionó una lesión de nariz al juvenil y desencadenó una tangana que terminó de completar el Nacimiento y se saldó con tres expulsados: Sergio, de los locales, y Óscar y el propio Neila, por parte de los visitantes.
Con el belén perfectamente armado, dentro y fuera del terreno de juego, llegó el pitido que marcaba el final del encuentro. Los blanquinegros consiguieron, también por adelantado, un importante regalo que les permite cerrar el año 2014 desde una cómoda y merecida quinta posición en la tabla clasificatoria, con un total de siete victorias, cuatro empates y cinco derrotas en lo que va de temporada.
C.D. Rioseco: Fonso, Tomás, Valdi, Guille, Sergio, Churre, Christian, Baeza (Budy min.89), Paco, Alberto (Molina min.34) y Álvaro.
C.D. Béjar Industrial: Quique, Óscar, Juanra, Chuchi, Juanito, Elices, Jorge (Andrés min.71), Francés, Carlos, Samuel y Chema (Rivi, min.50).
Marcador: 0-1, Elices min.24; 0-2 Jorge min.26; 1-2, Paco min.41; 2-2, Churre min.76; 3-2, Paco min.85.
Árbitro: El colegiado, Miguel Alonso Castro, mostró tarjeta amarilla a los locales Molina, Tomás y Churre. Y por parte del CD Béjar, Elices, Juanito y Enrique Castellano. Además, Sergio (por la parte local), Óscar y Neila (del conjunto visitante) fueron expulsados por roja directa.
Incidencias: Jornada 16 de Liga disputada en el Juan Carlos Navarro de Medina de Rioseco.