La misa, la procesión y el responso en la nueva sede son los actos que han tenido lugar este jueves, día 25 de julio en Medina de Rioseco, para honrar a Santiago, patrón de España, y que ha servido para recordar la memoria de los ochenta fallecidos y los cerca de 150 heridos en el trágico accidente del tren Alvia que viajaba de Madrid a Galicia. Estos tres actos son los únicos que se ha celebrado, puesto que, tal y como asegura Jaime Izquierdo Amigo, secretario de la asociación, “son los actos en los que podemos transmitir nuestras condolencias a las familias y en el que poder recordar a todos los fallecidos”. Además, añadió Izquierdo Amigo, “haremos llegar al arzobispo de Galicia una carta de pésame”.
La suspensión de la conferencia que iba a ofrecer el que fuera comisario de los Caminos de Santiago de Castilla y León, Manuel Fuentes Hernández, la inauguración de la nueva sede de la asociación Amigos del Camino de Santiago de Medina de Rioseco, situada junto al puente del Sequillo, y el vino español que se iba a dar con motivo de la festividad de Santiago es la manera que tiene la ciudad de los Almirantes de unirse al luto decretado en el país y la comunidad. Han sido aplazados sin determinar una fecha exacta, aunque desde la asociación se baraja el día 12 de octubre, fiesta de Nuestra Señora del Pilar, “puesto que hay cierta relación entre ambas festividades”, asegura el presidente, Mariano Muñoz.
En la sede, el sacerdote riosecano Alejandro Ovelleiro ofreció un responso en recuerdo de las víctimas y apoyo a los familiares y enfermos y bendijo la que, como aseguró, “será la casa de todos los peregrinos que pasen por Rioseco”. Después, el minuto de silencio dio paso en la Iglesia de Santiago de los Caballeros a una emotiva y multitudinaria misa y posterior procesión por los aledaños del templo riosecano. Los actos concluyeron con la bendición del Santo patrón de España y el canto del himno de Santiago por la coral riosecana Almirante Enríquez. El sacerdote quiso mandar un mensaje de esperanza a los allí presentes recalcando que “la vida sigue y que, al igual que hacen los peregrinos, no hay que dejar de caminar”.