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Llegar y besar el santo. El nuevo cortador riosecano Alejandro Santamaría, que ha cogido el testigo de su paisano y tocayo Alejandro García Pajarito, nunca imaginó un mejor debut en una plaza de toros. Tras su presentación como cortador en una exhibición hace unos días en Villanubla, Santamaría se estrenaba en un concurso de cortes el pasado sábado en la localidad de Mayorga.
El riosecano, a pesar de su bisoñez, demostró coraje, arrojo, valor y muy buenas maneras y logró hacerse con la cuarta posición tras colarse en la final. “Para mí ha sido un sueño, no me lo creía”, dice Alejandro Santamaría que, aunque parco en palabras, delante de la cara del novillo muestra un desparpajo innato.
En una entrevista concedida hace tan solo unos días a este periódico, Alejandro Santamaría confesaba que uno de sus cortadores preferidos es el zamorano de Vezdemarbán, Dany Alonso. Pues bien, el riosecano se enfrentó en la final al cortador que admira. Alonso, lógicamente, ganó el concurso, seguido de Cristian Moras, otro de los grandes, pero el riosecano no se amedrentó y se codeó con los mejores.
“Estaba nervioso y con mucha responsabilidad. Pero recordé lo que me dijo Pajarito: ‘respira, estate tranquilo, cuádrate y haz bien las cosas’”, recuerda Alejandro Santamaría quien tuvo como oponentes a dos novillos de mucha calidad del Puerto de Santa María. El riosecano actuó abriendo el tercer novillo (“siempre es más complicado”) y pasó a la gran final como segundo mejor clasificado.
El cortador riosecano no pudo tener mejor estreno en un concurso que organiza Isidro de la Viuda, que fue el que confió en Santamaría para ocupar una de las doce plazas disponibles. Ahora la temporada ya está acabando y Alejandro confía en poder participar el próximo año en otros certámenes para ir creciendo como cortador que es su objetivo. ¿Su sueño?: parecerse a Pajarito, uno de los mejores de los últimos tiempos. Todo se andará.