Un año más, y fiel a la tradición, la cofradía de San Antón celebró a su patrón en Medina de Rioseco. A pesar de que son pocos, nada más que cinco y todos ligados al sector de la ganadería, los cofrades que componen esta hermandad no quieren dejar morir esta sencilla pero emotiva celebración.
El pequeño devocionario que guarda la cofradía presidió, como es habitual, la misa en la capilla de invierno de la iglesia de Santa María, ante la presencia de feligreses, cofrades y el mayordomo de la hermandad que en esta ocasión recayó en Francisco Javier Gallego Peinador, presidente de la congregación religiosa. Tan sólo un animal se dio cita en la eucaristía para recibir la bendición del párroco riosecana Juan Carlos Fraile.
Se trata de una pequeña perra yorhshire de nombre Jackie que, en brazos de su dueña Laura Carpintero, asistía impasible a la celebración y que se convirtió en protagonista cuando, al término de la misa y ya en la sacristía, el sacerdote impuso su bendición.
Atrás quedan otros tiempos en los que en Santiago decenas de vecinos acudían con sus animales domésticos y mascotas para celebrar esta popular fiesta. En este sentido, el presidente y mayordomo de al cofradía Javier Gallego hacía un llamamiento a todas aquellas personas interesados en pertenecer a esta hermandad para “que la llama de la tradición no se apague”.
Gallego, mostrando orgulloso la Vara Mayor labrada en plata a principios del siglo XIX, recordó que en origen esta cofradía estaba compuesta por numerosos agricultores y ganaderos. “Poco a poco han ido muriendo y al final sólo quedamos cinco”, relató el mayordomo que, como es norma, invitó a sus hermanos y al párroco a una merienda.
Más información en La Voz: La Cofradía de San Antón celebra hoy martes su fiesta.