Autores desconocidos perpetraron en la madrugada del domingo un robo en el comercio riosecano Artesanía Santa Cruz, ubicada en la calle Lázaro Alonso, junto al templo que da nombre a la tienda.
Su propietario, el escultor Ángel Martín, cuando se encontró con los destrozos en su comercio interpuso una denuncia ante la Guardia Civil y aseguró que los ladrones se habían llevado mercancía por valor de más de 1.300 euros, que unido a los daños provocados hacen un total de 2.000 euros aproximadamente. Al parecer, en la noche del sábado al domingo, el ladrón o los ladrones rompieron una ventana del escaparate de la tienda y por allí accedieron al interior del establecimiento, en el que no había dinero en metálico.
Ángel Martín mostraba el pequeño agujero por el que penetraron los cacos, un cristal de apenas 50 por 30 centímetros, por lo que deducía que los autores del robo tendrían que ser «más bien delgados y ágiles».
Una vez en el interior de la tienda, dedicada a la decoración y la artesanía, saquearon todo tipo de regalos y recuerdos dedicados a la localidad riosecana, bolsos de mujer, cerámica, piezas religiosas como un belén, relojes, jugos y jarras de vino y otros artículos de decoración. «Material fácilmente vendible en muchos lugares», dice Martín, quien no obstante destaca que no se han llevado otras piezas exclusivas realizadas por el artista, como una colección conmemorativa de cofrades de Semana Santa y otras obras de más difícil distribución.
Rompen la luna de un comercio vecino
No es la primera vez que Artesanía Santa Cruz sufre un robo. «Hace cinco o seis años también nos entraron. En aquella ocasión nos robaron algo de dinero que había en la caja y pan de oro», recuerda el escultor. Tampoco es el único robo registrado esta semana. Hace unos días la nueva ortopedia instalada en la Plaza Mayor también era víctima de un hurto. Los ladrones entraron por una ventana con acceso desde la Ronda Ropa Vieja y tan sólo se llevaban 45 euros de la caja registradora. Pero los daños ocasionados en la madrugada del domingo no acaban ahí. En el comercio de María José Complementos, ubicado junto al comercio robado, también ocasionaron daños. Una piedra proyectó contra la luna de uno de sus escaparates que también rompió. Se da la circunstancia que el proyectil utilizado fue robado en la propia Artesanía de Santa Cruz. Se trata de un canto rodado decorado por la artista riosecana Ana Mulero. Otro de los vecinos con negocio en la Plaza Mayor, el propietario de la cafetería-restaurante Sequillo se quejaba de la seguridad que existe en la zona, especialmente los fines de semana. Sin ir más lejos hace unas fechas le arrancaban un luminoso de la fachada. Vicente Rodríguez reclamaba más presencia policial, especialmente las noches del sábado.