Medina de Rioseco se volcó en el último adiós a Sandra Berrocal, la hija de 41 años del riosecano Justo Berrocal, el presidente de la Federación Taurina de Valladolid, que murió la semana pasada en China, cuando tramitaba su segunda adopción en este país.
Cientos de personas abarrotaron la iglesia parroquial de Santa María y quisieron apoyar a la familia de la fallecida, tras conocer el trágico suceso. Personalidades como el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, o el secretario general de la consejería de Cultura, José Rodríguez quisieron estar presentes en el sepelio. Tampoco faltaron el diputado provincial, Jesús García Galván, y el alcalde de la localidad, Artemio Domínguez, con algunos concejales.
El mundo del toro, del que Justo Berrocal es un gran apasionado, estuvo junto al presidente de la FederaciónTaurina de Valladolid y su familia en estos duros momentos. Los diestros Jorge Manrique, David Luguillano o su tío Santiago Castro acudieron a la iglesia parroquial, al igual que el empresario de la plaza de toros de Valladolid, el riosecano Ángel Gallego, el ganadero Simón Caminero o el presidente de la Federación Taurina de España, Mariano Aguirre.
Eugenio Jesús Oterino, en su prédica, tuvo palabras de apoyo y esperanza y recordó a la fallecida a la que también dio la Primera Comunión y ofició su enlace matrimonial. «Los ojos, la mirada, el rostro de Sandra y su trato desprendían ternura, dulzura y amabilidad; todo ello porque le brotaba de su gran corazón: de su corazón de madre, de esposa, de hija, de hermana, de… Su amor y ternura fueron más fuertes que su femenino corazón, desbordaron su corazón», dijo el sacerdote riosecano, quien ofició la eucaristía junto a Juan Carlos Fraile y Jesús Hernández