Una gran sorpresa, emoción e impresión, son las que el sábado se llevó el cardenal emérito de Sevilla, fray Carlos Amigo, cuando entró en la antigua sacristía de la iglesia de Santa María, actual capilla de invierno, y se encontró con una gran exposición que, con el nombre de El menor hijo de San Francisco. Fray Carlos Amigo, se centran en la dilatada historia de su vida. El cardenal riosecano mostró gran emoción al recorrer cada una de las partes de la exposición. “La vida se hace memoria y la memoria gratitud en esta exposición, llena de recuerdos y muestras de cariño de mi pueblo, de mi gente, de mis paisanos y amigos», según él mismo escribió al final de la visita en el libro de firmas de la exposición.
Cerca de 500 de fotografías hacen un recorrido por la vida de monseñor Amigo con paneles que se inician con su partida de bautismo para seguir con otros que se centran en su infancia y educación, sus hermanos, la vocación franciscana, su ordenación episcopal, el arzobispado de Tánger, la constante presencia de Rioseco, el cariño a las Clarisas riosecanas y sevillanas, la Semana Santa riosecana, su relación papas, reyes y príncipes, el arzobispado de Sevilla, sor Ángela de la Cruz o su nombramiento como cardenal.
Una vida que también se puede seguir por un buen número de recortes de periódico que son parte una exposición en la que están presentes la Virgen de Castilviejo, patrona de Medina de Rioseco, y una réplica de la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla, por las que fray Carlos Amigo siempre ha mostrado gran devoción. Sin duda destacan en la muestra los objetos personales del cardenal riosecano, como un Cristo cruficado realizado en marfil o un cuadro de la Virgen de Castilviejo que posee en su dormitorio.
En la muestra se exponen las bulas papales de sus nombramientos como arzobispo de Tánger y Sevilla y como cardenal. También se muestran las diferentes hábitos que ha vestido a lo largo de su vida desde el de monaguillo hasta el de cardenal (fajín, solideo, birreta, cruz pectoral, regalo del Papa Pablo VI, anillo de la ordenación episcopal, regalo de su padre, don José Amigo, que a su vez su madre, doña Consuelo Vallejo, había regalado a su padre en la petición de mano, y anillo de su nombramiento de cardenal) pasando por el de sacerdote y el de obispo (alba, casulla que portó durante el Año Jubilar en 2000, mitra y palio metropolitano).
Además forman la muestra las innumerables distinciones que el cardenal riosecano ha recibido como los títulos de Hijo Predilecto de Andalucía, el Adoptivo de la ciudad de Sevilla, el Predilecto de medina de Rioseco, el de Gran Prior de la Lugartenencia de España Occidental de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, el de Gran Prior de la Orden de San Clemente y San Fernando o la Medalla de Oro de la Virgen de los Reyes, entre otros muchos reconocimientos de monseñor Amigo, del que también se expone parte de sus publicaciones como escritor.