“Después de recorrer la iglesia de San Francisco, serán muchos los que entenderán por qué ésta es la Ciudad de los Almirantes”, son algunas de las palabras que el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, dejó el viernes escritas en el libro de honor del Museo de San Francisco, tras la visita que realizó a la instalación museográfica acompañado de su esposa Mercedes Rafael y del regidor riosecano, Artemio Domínguez.
La estancia del regidor vallisoletano en Rioseco se iniciaba a media tarde con la visita a la exposición de Passio, en la que recordó que La Edades del Hombre había sido “un genial un invento de Pepe Velicia de la mano de Jiménez Lozano”. León de la Riva, que en la iglesia de Santiago también estuvo acompañado del subcomisario de la muestra, Enrique Martín, hizo ver cómo entonces “inaugurábamos la primera exposición en Valladolid, en ese marco herreriano austero, serio, y asisto, por ahora, a la última edición de la exposición que no podía haber encontrado mejor marco que esta iglesia, que es un poco la antítesis de nuestra catedral, con esa riqueza del retablo mayor, imponente, y luego toda la estructura con las magníficas cúpulas”.
Aunque no dudo León de la Riva de resaltar el feliz contraste entre la obra más moderna y la más clásica, confesó que le sigue gustando más Gregorio Fernández y Juan de Juni. Como una pieza especial quiso mencionar La Piedad, de Gregorio Fernández, “por ser de mi pueblo”, aunque le había sorprendido la presencia del yacente que “parece que está hecha la capilla para acoger esta pieza”.
El regidor de Valladolid, que confesó que “si no hubiera venido a Rioseco su alcalde no me lo habría perdonado, y yo tampoco”, adelantó que la capital no solicitaría una nueva muestra de Las Edades del Hombre, indicando que habría que hacer cosas, “de hecho afortunadamente nos está yendo muy bien la promoción turística de Valladolid”. En este sentido, quiso destacar que “acogimos la primera edición, y sigo diciendo, con el permiso del alcalde de Rioseco, que fue la mejor de todas, aunque solo fuera porque fue la primera y porque los que parieron la idea tuvieron la oportunidad de estar enseñándonosla, que en ese momento eran Pepe Velicia, Pepe Jiménez Lozano, Pablo Puente y Eloisa García de Wattenberg”. El subcomisario de Passio aprovechó para agradecer a León de la Riva la colaboración del Ayuntamiento de Valladolid en la muestra.
Más tarde, León de la Riva, su esposa y el alcalde riosecano visitaron el Museo de San Francisco donde el regidor vallisoletano dejó escrito que “después de recorrer la iglesia de San Francisco, serán muchos los que entenderán por qué ésta es la Ciudad de los Almirantes”, y destacar que “la verdad es que vale la pena acercarse hasta Medina de Rioseco para vez tanta maravilla junta”.
El alcalde riosecano, Artemio Domínguez, quiso expresar “en nombre de todos los riosecanos” la satisfacción por que el alcalde de Valladolid haya podido disfrutar de esta exposición, a la que, confesó, le había invitado en reiteradas ocasiones “porque sabía que le iba a pasar como a todas las personalidades que visitan Medina de Rioseco, que se sorprenden de la grandiosidad de su patrimonio”.