Pablo Toribio musicaliza los versos de Ignacio San José

Los riosecanos Ignacio San José y Pablo Toribio unirán este domingo su verso y su música en un concierto de “esencia riosecana”. Se trata de Cantos de amor en Medina de Rioseco, con poemas de Ignacio San José, al que el doctor en musicología y profesor de piano Pablo Toribio Gil ha puesto música.

Junto a ellos estarán también el violinista Gorka Cortijo, la soprano Beatriz Pérez de la Mora y el rapsoda Carlos Pinedo, que pondrá voz a los versos de San José.

Pablo Toribio Gil, músico que en sus composiciones ha abordado distintos géneros musicales como pasodobles, marchas fúnebres o baladas, por ejemplo, nos sorprende esta vez con composiciones cuyas melodías y armonías son propias de los años 40 del siglo XX en España. Con ellas ha musicalizado diversos poemas de Ignacio San José.

“Tras la lectura de los poemas de San José, busqué la inspiración en la música que pudo escuchar en su niñez el poeta, basándome en el carácter semántico del poema que está de base”, dice Toribio.

Por otro lado, el músico riosecano prosigue en su labor de redescubrir autores olvidados, como hizo en su tesis doctoral y, en esta ocasión, saca a la luz dos composiciones de Miguel Maestro, un compositor afincado en Rioseco en los años 50 que se casó con una riosecana de la oriunda familia García y del que se desconocía totalmente su obra. “Su corpus compositivo es muy interesante, desarrolla frases gran complejidad armónica donde combina estructuras melódicas de ritmo más simplificado”.

En cuanto al poeta riosecano, Ignacio San José, desarrolla un poemario que surge de una mirada melancólica traspasada por el dolor que motiva el amor más profundo. La sensibilidad del poeta riosecano es un hecho perceptible en cada uno de sus versos, todos de bella factura y hermosamente expresados.

La soprano Beatriz Pérez será quien entone algunos poemas mientras que el conocido actor Carlos Pinedo será rapsoda de algunos otros. Los cantos y lecturas poemas serán acompañados por el violinista Gorka Cortijo y por el propio compositor de las piezas, Pablo Toribio, al piano.