Hay un dicho, muy utilizado entre los aficionados al popular juego de las damas, que dice que “quien se equivoca el último es el que termina perdiendo”. El CD Rioseco no es, ni mucho menos, un club ducho en el arte de las fichas, por más que vistan de blanco y negro. No obstante, el partido disputado el pasado domingo ante el CD Onzonilla sí que tuvo mucho que ver con este conocido pasatiempo. Y es que el fútbol y las damas son más parejos de lo que, a simple vista, parecen.
Tras el emotivo minuto de silencio por el fallecimiento de un familiar de un jugador de la base del club visitante, dio comienzo la partida. Verdes y blanquinegros reordenaron a sus peones y se prepararon para la apertura, una parte tan vital como la estrategia, en el desarrollo de ambos juegos. Fueron los visitantes los encargados de mover la primera ficha. Así, con eficiencia el Onzonilla, con acertadas, pero lentas, maniobras intentó crear su propio ejército de damas. Por su parte, los de David jugaron una apertura muy prudente, sin demasiadas especialidades, manteniendo una desordenada posición de la que parecía disfrutar el conjunto visitante.
En el minuto 15, los de verde, con un movimiento rápido, consiguieron su primera dama. No obstante, apenas les duró un segundo. Y es que el árbitro, por una vez acertado, se dio cuenta de la trampa (fuera de juego) y anuló el gol. El momentáneo tanto en contra hizo despertar a los riosecanos, que intentaron adelantar sus líneas. De esta manera, Christian, Álvaro y Churre se encargaban de inmovilizar a los rivales, para así allanar el camino a Borja, los hermanos Molina y Paco. Pero, pese a que éstos conseguían avanzar con gran precisión por las últimas casillas del incomparable tablero del Juan Carlos Navarro, siempre les fallaba la ejecución.
Al filo de la media hora de partido, el Onzonilla coronó su primera dama, con una rápida e inesperada maniobra desde la banda izquierda, que pilló desubicada a la defensa local. El 0-1 parecía que iba a destapar la caja de los truenos al duelo, pero, sin embargo, en los minutos restantes hasta el intermedio reinaron la calma y los movimientos inofensivos, por parte de ambos equipos.
La paz y la tranquilidad no duraron mucho; puesto que la segunda parte de la partida, mucho más disputada, llenó el ambiente de certeros y peligrosos golpes y contragolpes. El Onzonilla se centró en el ámbito más posicional y buscó la estabilidad defensiva, sin correr demasiados riesgos al ataque. Por su parte, la estrategia riosecana buscó acercar al rival a su campo para así poder sorprenderles. Ángel Molina (en el minuto 89) con un gran disparo de falta, directo a la primera línea visitante, igualó la contienda.
A partir de este momento, ambos equipos parecían conformarse con los tantos anotados y la partida se diluyó como un azucarillo en el café recién servido. Y es que sucede que a veces los contrincantes, en el fútbol y en las fichas, están tan centrados en las damas que se olvidan de la reina. Y es entonces cuando llega el momento de acabar la partida en tablas, porque el juego no sirve de nada si no se gana.
CD Rioseco: Candi, Valdi, Álvaro, Suso (Budy min.76), Sergio, Churre, Borja (Tomás), Christian, Paco, Mario Molina y Ángel Molina.
CD Onzonilla: Marco, Santi, Eduardo, Alberto, Martín, Carlos, Malagón, Roberto (Alejandro min.69), Marcos, Albertín (Pufas min.89) y Flórez (Valencia min.76).
Marcador: 0-1 Roberto, min.26: 1-1 Ángel, min. 89.
Árbitro: El colegiado, Daniel Gómez Esteban, mostró tarjeta amarilla a los locales Churre y Christian. Y a Carlos, Martín, Eduardo, Alberto, Santi, Roberto, Flórez y Malagón, por parte del conjunto visitante.
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 23 de Liga, disputado en el Juan Carlos Navarro de Medina de Rioseco.