Rosa Blanco toma el volante de Rioseco Autoescuela

Esta joven empresaria riosecana, que cuenta con una dilatada experiencia en el sector, apuesta por una "enseñanza de calidad"

Laura Alonso Guerra. Fotos David Carpintero.

autoCuando comenzó a trabajar en la Autoescuela Valentín, como secretaria y llevando y trayendo a los jóvenes de los pueblos, Rosa no imaginó que acabaría regentando su propia autoescuela en Medina de Rioseco, pese a que confiesa que siempre tuvo “más alma de empresaria que de trabajadora”. Después de sacarse el título de profesora vial, en diciembre de 2007, Rosa se marchó a probar suerte a Murcia, donde trabajó, al volante, como instructora de prácticas, pero la precarización laboral hizo que se quedase sin trabajo y tuviese que volver a Rioseco.

auto3Una gran oportunidad le estaba esperando en su localidad natal: la posibilidad de montar su propia escuela de formación vial. Un sueño que se hizo realidad a primeros del mes de octubre con la apertura de Rioseco Autoescuela. “Siempre soñé con poder tener mi propia autoescuela y cuando me ofrecieron quedarme con lo que era Máster Vial, lo pensé durante un tiempo, pero, pese a que igual no es la mejor época, me vi capacitada, con todos los conocimientos necesarios y me subí al tren”, detalla Rosa Blanco.

En Rioseco Autoescuela (situada en la C/ San Juan, 31, frente a la Dársena del Canal) se pueden obtener, por el momento, los permisos de tipo B, AM y BTP. Rosa y, la también riosecana, Cristina Lorenzo, que hace las labores administrativas, trabajan con muchas ganas y mucha ilusión para poder ir creciendo poco a poco y llegar a alcanzar su meta: «poder ofrecer el mayor servicio posible». “Todo comienzo es duro y hay que hacerlo poco a poco, pero soy una persona muy paciente y tranquila, tengo mucha ilusión y me gusta mucho este trabajo, y ojalá con el tiempo pueda contratar a más personas porque eso querrá decir que las cosas van bien”, afirma la emprendedora.

La intención de Rioseco Autoescuela es ofrecer «una enseñanza de calidad» y practicar la cercanía y el trabajo continuo con los alumnos, además del hecho de ajustar los precios a los tiempos que corren. “Les doy una teoría completamente actualizada y, además, puedo dar un amplio horario de clases teóricas, puesto que no estoy mucho tiempo por ahí con las prácticas. Con un programa online sigo todos los test que hacen y su evolución, lo que agiliza mucho el trabajo diario y me tienen disponible las 24 horas del día, vía whatsapp, para cualquier consulta; es como si fuese un intensivo”, cuenta.

El arranque ha sido bueno gracias a que los alumnos de la antigua autoescuela pasaron a la nueva. “El invierno va a ser duro, pero es lo normal en este sector, ya contaba con ello antes de abrir, pero por lo menos he podido empezar desde el primer momento trabajando”, asegura Rosa. No obstante, no son los alumnos lo único que ha heredado Rioseco Autoescuela, de su antecesora, sino también su emplazamiento. Y es que Rosa apenas ha modificado nada del local de la antigua escuela, “únicamente he cambiado las sillas del aula de las clases teóricas, que eran individuales, y he puesto sillas con mesas porque es más cómodo, sobre todo para los cursos de mayor duración, como los de recuperación de puntos y los del CAP”, explica la joven.

Rosa ya tiene puesta la vista en los próximos meses: “tengo pensado hacer un intensivo en enero después de que pase el ajetreo de los exámenes finales y las vacaciones de Navidad, para que los chicos solo tengan que ir directamente a las prácticas en verano”. Y aunque la situación del local puede ser, a priori, una desventaja por no encontrarse insertado en la zona de comercio del municipio, Rosa confía en poder demostrar “todo lo que soy capaz de hacer y ofrecer, y también espero que el boca a boca me ayude”.

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