La magia volvió a ser protagonista en Medina de Rioseco, con motivo de la celebración de la popular Noche de las Musas que, cada verano, pone fin al Curso Nacional de Música. Así, la tenue y familiar luz de las velas guió, una vez más, a las musas hasta el claustro de San Francisco. Una vez allí, se mezclaron con las melodías más afinadas de los alumnos del curso y de los componentes de la Escuela Municipal, creando una atmósfera mágica, que congrega cada julio a cientos de riosecanos y foráneos amantes de la música. “Es un placer de ver el claustro abarrotado, en una noche tan especial para nosotros”, aseguró José Luis Rodríguez, director de la Escuela Municipal de Música y alma mater del curso.
Tras un caluroso aplauso, comenzó la función. De entre todas las piezas que interpretaron, destacó, por su emotividad, la de la banda sonora de la película Braveheart, cuyo compositor falleció recientemente. “Me pareció oportuno programar una de sus muchas composiciones para este concierto y rendirle así un pequeño homenaje”, confesó el director. A su vez, por la excelsa interpretación que realizaron, brilló especialmente el poema sinfónico, Una noche en Granada. “Se trata de una obra de gran complejidad, era un reto para nosotros interpretarla en tan pocos días y lo hemos superado con creces. Es increíble que lleguen con esta energía, después de una semana tan intensa de clases y otras actividades”, felicitó Rodríguez a los alumnos con una enorme sonrisa de satisfacción y ante el caluroso aplauso de los asistentes.
Como colofón, interpretaron dos canciones más modernas y animadas. Los asistentes recompensaron y agradecieron el buen hacer de los músicos con un largo y sincero aplauso que parecía entonar a gritos “otra, otra, otra”. José Luis y su banda no dudaron y de los diferentes instrumentos volvieron a brotar las inconfundibles notas de I will survive, que, esta vez, contó el acompañamiento de las palmas del público. Con el acorde final, el Claustro de San Francisco se puso en pie para entregarles un emotivo agradecimiento en modo de aplauso. Por su parte, José Luis quiso también dar las gracias a todos los que hacen posible que el Curso Nacional de Música sea una realidad en Rioseco. “Gracias a profesores, instituciones y entidades colaboradoras. Gracias al Ayuntamiento por estar ahí detrás de cada curso con su apoyo. Espero que siga presente esta apuesta por la cultura, porque los valores que compartimos (esfuerzo, colaboración, respeto y convivencia) tienen que apoyarse. ¡Enhorabuena y muchas gracias a todos!”, dijo.
La entrega de un detalle conmemorativo por parte de los alumnos a todos los profesores que les han acompañado durante toda la semana y de los diplomas a todos los participantes cerró la noche más mágica del verano riosecano y, a su vez, la quinta edición del Curso de Música de la Ciudad de los Almirantes, hasta el próximo año. “Aquí tenéis Rioseco, aquí tenéis vuestra casa y, por supuesto, aquí tenéis el curso de música”, concluyó el director.