Nuestro naturalista Gonzalo Franco Revilla prosigue su sección de cuedernos del naturalista en el que mes a mes va desgranando las principales especies botánicas de la zona. Si en el número anterior fue la morera y la zarzamora las protagonistas, hoy lo son sus primas-hermanas el moral y la mora. Una fruto tan popular como delicioso y cuyo árbol da nombre a dos poblaciones vecinas: Moral de la Reina y Morales de Campos.
Nombre y características botánicas: La Morera negra, Moral negro (Morus nigra) es una especie de árbol perteneciente a la familia de las moráceas, procedente del sudeste asiático, donde se cultivaba por sus frutos comestibles. Es un árbol de relativo pequeño tamaño que puede alcanzar entre 10 y 13 metros de altura, de hojas grandes, ovaladas. Posee flores masculinas rojizas y femeninas en capítulos colgantes. Florece entre mayo y junio, siendo de los árboles de floración más tardía. El fruto tarda en madurar casi dos meses, cuando lo está es negro, oloroso y comestible. Una especie parecida es la Morera (Morus Alba), de hojas más tiernas y de frutos comestibles, pero más insípidos que los del Moral. Con las hojas de esta variedad se alimentaban los gusanos de la seda.
Hábitat y Ecología: Fue introducido desde Asia en los países mediterráneos desde muy antiguo (entre 1000 y 2000 a.C), como árbol frutal, medicinal y de sombra. Se plantaba en los pueblos en las plazas y en las zonas comunes de las iglesias y ermitas. Estaba muy extendido, pero actualmente han disminuido en gran número las plantaciones, encontrándose en verdadero peligro de extinción. Prefiere terrenos frescos, ambientes soleados y soporta bien el frío. Existen en nuestra provincia ejemplares muy longevos en Santovenia, Torrelobatón, Tudela de Duero y Mucientes. En algunos lugares durante muchos años se reunía bajo su sombra el concejo de la villa a deliberar y tratar los asuntos del pueblo, como sucedía en Toldanos (León).
Usos y Etnografía: La Morera (Morus Alba) es originaria de China, fue importada sobre todo porque sus hojas se utilizaban como alimento para el gusano de seda. Según dice la tradición las primeras semillas de este árbol llegaron a Europa escondidas entre los primeros gusanos. El comercio de la seda, materia de lujo, fue muy importante durante la Edad Media, dando lugar a la conocida como Ruta de la seda, vía de transporte de las caravanas que traían las telas desde Oriente a Occidente. En el valle del Tiétar se cultivaban las moreras para criar los gusanos y Madoz en el siglo pasado hace referencia a esta actividad. Se mantenían los gusanos en bandejas en baldas y se les daban tres veces al día hojas de morera. De aquí marchaban a las industrias sederas de Talavera de la Reina en Toledo. La seda está presente en muchos lazos y prendas de los vestidos tradicionales de nuestra región.
El Moral ha tenido muchas aplicaciones en el mundo rural. Su fruto, comestible se consideraba de gran valor energético y ya en la Biblia, en el Libro de los Macabeos se dice que se daba zumo de uvas y moras a los caballos y elefantes antes de entrar en batalla. Este zumo era muy estimado en la Edad media contra los males de la boca, pues se ha comprobado que posee gran cantidad de vitamina C. También se fabricaba vino de moral, como se ha comprobado en documentación mozárabe descubierta en Córdoba. Las hojas remedian la diarrea y se recomiendan a los diabéticos pues bajan el nivel de azúcar en la sangre. En algunos lugares comían los frutos con deleite los cerdos y entre los animales silvestres los mirlos, zorzales, currucas y los lirones caretos. La madera es muy resistente, flexible y duradera. Se utilizaba para construir carros, muebles, sillas y toneles de vino. De las hojas se obtenía un tinte que se utilizaba en los antiguos batanes para teñir de amarillo la lana y para dar brillantez a la seda. Las hojas se han utilizado para alimentar a los gusanos de seda, pero no son tan apropiadas como las de la Morera. El árbol se multiplica por semilla y por esqueje de estaquilla. En Villafáfila (Zamora), existe la advocación a Nuestra Señora del Moral. Otros pueblos de la geografía castellano-leonesa tienen como referencia en su nombre a este árbol como Morales de Toro, Moralina, Moral de Sayago (Zamora), Moral de Hornuez (Segovia), Moral de la Reina, Morales de Campos (Valladolid), Navalmoral (Ávila), Morales (Soria), etc.
El mes pasado escribimos del arbusto Zarzamora cuyo fruto es la mora, que no hay que confundir con la mora del Moral o de la Morera. Y para terminar un refrán que sirve para consolar a los que tienen mal de amores, que se curan con un nuevo amor: “La mancha de la mora con otra verde se quita”.