Dentro de las fiestas en honor a la Virgen de Castilviejo, ayer se celebró en Medina de Rioseco el tradicional encierro por el campo organizado por el Ayuntamiento riosecano en el que tomaron parte más de 200 caballistas. Un año más, cientos de vecinos y visitantes presenciaron el desarrollo del festejo desde distintos vehículos entre los que destacaron las motos y los todoterreno. La Guardia Civil de Rioseco estuvo atenta en todo momento para que el encierro se desarrollara dentro de la normalidad.
En uno de los pagos cercanos a La Perla a las 10 horas de la mañana los dos centenares de caballistas esperaban con pastas y orujo el desenjaule de los dos novillos de la ganadería de El Vellosino. Media hora más tarde salía del camión el primer novillo que con gran rapidez, y llevando a cabo emocionantes embestidas, tomó la dirección de Medina de Rioseco. Minutos después salía el segundo astado que, a pesar de tener también muy buena presencia, se lesionó muy pronto y tuvo que ser montado en el camión.
Por su parte, el único novillo que quedó en el encierro se dirigió primero hacía el camino de Castilviejo para, en medio de emocionantes arrancadas, tomar después la dirección del polígono industrial y situarse en las paredes de un palomar hasta donde llegarían los mansos que le conducirían a la plaza de toros, donde fue al filo de la una de la tarde, dos horas y media después de que se iniciara el festejo. La llegada al embudo fue electrificante, por la rapidez y las carreras emocionantes, empañadas por algunos imprudentes vehículos que entraron al recorrido propiciando verdaderos momentos de peligro y por algunos caballistas que condujeron la manada hasta la propia plaza de toros, impidiendo las carreras que esperaban algunos corredores a pie.
El presidente del Club de Caballistas Riosecanos Hermanos Peralta, José Antonio Perrote, mostraba su buena impresión sobre el desarrollo del encierro ya que “por un lado se pretendía que los caballistas se divirtieran en el campo con los novillos y por otro que se llegarán a realizar el encierro, y las dos cosas se han cumplido”. No tan contentos se mostraban algunos vecinos de la nueva urbanización existente junto a la plaza de toros. Las calles que comunican estos chalés con el camino de Castilviejo permanecieron cerradas durante más de tres horas y los vecinos alertaron de que en caso de urgencia, los pesados contenedores que cortaban el paso, hubieran impedido una rápida evacuación. [Más fotos del encierro]