A veces las ganas por agradar a una persona y demostrarle lo mucho que importa lleva a cometer acciones que pueden tener como consecuencia actos que rondan el vandalismo. Es el caso del gracioso que ha realizado esta pintada en la estación de autobuses de Rioseco para desear buenos días, suponemos, que a una persona muy especial, casi a modo del gran Begnini en la película La vida es bella. El problema es que, con su conducta, ha emborronado una fachada que ahora el Ayuntamiento tendrá que pintar y gastar un dinero extra que pagan todos los ciudadanos. Un poco de por favor con los sentimientos…