Los secretos de la lluvia, por Miguel García


Quizás porque en Tierra de Campos no suelen abundar, los días de lluvia tienen algo especial porque guardan el recuerdo de los días pasados. El agua lo empapa todo y está presente hasta en el más mínimo rincón. Las calles se llenan de miles de charcos que, como extraños espejos borgianos, multiplican la realidad y la dividen en un millón de fragmentos imposibles. Los arroyos se colman de agua y sueñan con ser grandes ríos en busca de mares lejanos. Entres las raíces de un árbol, el agua brota por arte de magia y huye en libertad. En un camino de tierra han quedado dibujadas las inquietantes huellas de las suelas de alguien que no se quiso perder los secretos de la lluvia.

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