Los rostros de San Juan y la Virgen en óleo sobre vidrio

Rostros de San Juan y de la Virgen
Anónimos castellanos siglo XVII.
Óleos sobre vidrio.
Concento de San José de Madres
Museo de San Francisco.

Pertenecientes al Concento de San José de Madres Carmelitas, estos dos cuadros forman pareja. Un joven San Juan imberbe mira al frente con su característica vestimenta. La Virgen, tras la muerte de Cristo, presenta un rostro juvenil, sereno,  con unas lagrimas que caen de sus ojos. Una tela blanca cubre su cabello, a modo de toca. Su vestimenta es oscura, casi negra.

La utilización de otros soportes diferentes a la tabla o lienzo fue muy minoritaria, aunque no escasa, ya que desde el Barroco se impuso la moda de los objetos lujosos y de apariencia extraña o novedosa, por lo que conocemos pinturas al óleo sobre piedras preciosas, metales, vidrio, e incluso marfil. Estos soportes presentan muchas veces problemas de conservación, ya que la adherencia del óleo a estas superficies no porosas es menor.

La asociación de la Virgen con San Juan estaría relacionada con el momento de la Crucifixión de Cristo en el Calvario y  con las Siete palabras, en concreto con “Madre he ahí tu hijo, hijo he ahí tu madre”.