Los rincones de una vida por Rosa Blanco y Miguel García

Un lugar de encuentro, de tertulia, de confidencia, de descanso, de tranquilidad. Un pequeño espacio donde aparcar las preocupaciones cotidianas y sentarse al sol de la mañana de invierno o a la fresca brisa de las noches de verano. Eso eran los rincones del entramado urbano, de los que ya sólo queda su nostálgica presencia. Pintorescos espacios que nacían de la unión de dos paredes de casas diferentes que siempre acababa creando un secreto lazo de unión y necesidad entre vecinos, que, en una posible escala de relación entre los habitantes de un mismo municipio, habría que situar por encima de la familia y por debajo de la calle o barrio.

Ahora, estas acertadas fotografías de Rosa Blanco rescatan del olvido algunos de estos lugares que a más de uno traerá emotivos recuerdos y vivencias. En ellos todavía resuenan las palabras cotidianas que un día fueron pronunciadas en el calor de la proximidad. Aún palpitan en el recuerdo la alegría de los preparativos de una boda, el consuelo de una perdida querida, la emoción de una tarde de toros o la diversión de una noche de San Juan.

Unas instantáneas que también servirán como homenaje a un tiempo y  a una forma de vivir ya perdidos para siempre. Una época en la que dialogar era el placer de disfrutar de la compañía de amigos y familiares. Por eso, en ese sentido homenaje, Rosa Blanco anima a los lectores de lavozderioseco.com a que indiquen otros rincones que sepan que existen o que existieron, a la vez que expresen cuál es su favorito.