Los Reyes Magos ‘del ayer’ llegan a Rioseco


Teresa Casquete Rodríguez. Historiadora del Arte.

Hoy avanzamos una década en nuestra sección y traemos dos imágenes de las Navidades de los años 80. Por aquel entonces las principales actividades se centraban en las actuaciones infantiles y la visita a los belenes, especialmente al de los Claretianos, que atraía la atención de todos los visitantes por las dimensiones de las figuras.
Las fiestas navideñas se daban por finalizadas con la Cabalgata de Reyes, que partía del Polideportivo y recorría la Calle San Juan, la Rúa y la Plaza Mayor, al igual que hoy. Pero los Magos de Oriente, no siempre llegaron a Rioseco a bordo de barcos o John Deeres, como en la actualidad. En algunas ocasiones lo hicieron a lomos de caballo, en otras montados en calesas, en otras más acompañados de los cabezudos o de decenas de voluntarios que portaban antorchas  o de rebaños reales de ovejas.
Por esos años, un belén viviente, instalado en los soportales del Ayuntamiento, esperaba la llegada de Sus Majestades y provocaba los comentarios jocosos de los riosecanos que veían a San José ataviado con una túnica de terciopelo morado, sacada de alguna cofradía del Jueves Santo y a la Virgen María con un conocido muñeco pelón de la época haciendo las veces de Niño Jesús. Cientos de niños acudían entonces a recoger los caramelos que entregaban monarcas y pajes, y a recitar la lista de regalos que habían contemplado día tras día en los escaparates bajos de El Capricho. Al día siguiente las calles de Rioseco se llenaban de familias que salían a tomar el aperitivo o el café, acompañados de niños que mostraban orgullosos sus juguetes recién estrenados.
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