Son riosecanos. Uno de nacimiento, los otros de corazón. También son sevillanos, los unos porque nacieron en esta tierra; el otro porque pasó casi tres décadas de su vida en la bella ciudad hispalense. Son los rejoneadores hermanos Peralta y el cardenal-arzobispo emérito de Sevilla, fray Carlos Amigo.
Los tres participaron en el hermanamiento de hace tan solo una semana entre las ciudades de Sevilla y Rioseco. Ellos, mejor que nadie, escenificaban la relación entre ambos lugares. Fray Carlos Amigo bromeaba diciendo a las cámaras de La Voz que no sabe muy bien “si soy un riosecano nacido en Sevilla, o un sevillano nacido en Rioseco”.
Tanto Ángel como Rafael Peralta, que durante más de medio siglo organizaron un festival taurino a beneficio de la residencia de ancianos riosecana, coincidían al señalar que tienen “dos patrias”: Puebla del Río, en Sevilla, y Medina de Rioseco. Son dos ejemplos de la relación entre dos ciudades que ahora ya son hermanas.
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