En esta recta final del curso escolar las excursiones didácticas suelen ser un buen reclamo para acabar el periodo lectivo con un buen sabor de boca y servirán para que los alumnos aprendan de una forma lúdica y divertida. Es el caso, de la visita que el primer ciclo del colegio San Vicente de Paúl llevó a cabo en el Ecomuseo de Tordehumos.
El viaje no fue muy largo pero, nada más entrar, tuvieron la oportunidad de ambientarse en una casa decorada y perfectamente detallada de hace más de medio siglo. Mostraba la forma de vida de nuestros abuelos, tradicional y genuina. Los oficios y costumbres estaban perfectamente reflejados en cada pared y rincón, mostrando valores de identidad de la zona, de su historia, tradiciones y artesanía.En la casa de la labranza, pudieron conocer el material humilde con el que trabajar el campo, todo ello a modo del Juego de la Oca, con diferentes pruebas de pequeños trabajos de labores de la tierra. Otro cobijo estaba destinado al oficio de curandero. Los alumnos pudieron conocer plantas curativas y aprender a aplicar viejas fórmulas.En el hogar hicieron un taller de rosquillas. Con sus propias manos mezclaron todos los ingredientes y lo amasaron para, después, darlo forma, freírlo y comerlo. Un resultado perfecto para ponerlo más tarde en práctica con sus padres, ya que también aprendieron las cantidades necesarias para elaborarlo.
Otro taller con el que disfrutaron fue el del papel reciclado. Tras cortar papel de periódico, mezclarlo con témpera y agua, formaron láminas de papel. Después de dejarlo secar al sol, hicieron un elaborado marcapáginas. En definitiva un día tan divertido como educativo.