Más de un centenar de agricultores y demás vecinos de Medina de Rioseco y la comarca han celebrado esta mañana la festividad de San Isidro, patrón de los labradores. Todos lo han hecho con la vista puesta en el cielo, pidiéndole el agua tan necesaria para nuestros pagos, que puedan salvar la que se prevé que será una de las peores cosechas de los últimos años. “La cosecha viene muy mala, hace años que no lo veía tan malo”, asegura Pedro Víctor Frontela presidente de la Junta Agropecuaria Local (JAL). A su vez, añade, que la principal causa es la sequía: “El campo salía muy bueno de invierno por la heladas, pero como no ha llovido nada, a partir de febrero, pues se ha rebotado todo. Este año, en lugar de cosechadoras necesitaremos aspiradoras”, dice irónicamente.
Como cada año, la JAL, que agrupa setenta profesionales del campo, ha organizado los actos de celebración. Una misa en la iglesia de Santiago, presidida por el párroco local Juan Carlos Fraile, abrió paso a la procesión con el Santo, que fue donado en el año 57 por la abuela de Víctor Frontela que, como es tradición, llegó hasta el puente de la carretera Villarramiel, acompañado por un grupo de dulzaineros, donde se bendijeron los campos y se envió la súplica porque la lluvia riegue las cosechas y de fecundidad al trabajo de todos los agricultores riosecanos.
La tradicional comida de hermandad, que ha tenido lugar en el Restaurante Enlace, puso fin a una jornada en la que todos los agricultores dejaron a un lado la preocupación por la mala situación que atraviesa su sector, para disfrutar al máximo el día de su patrón, en compañía de todos sus compañeros. Aprovechando que estamos en periodo electoral, Frontela quiso hacer un llamamiento a los diferentes partidos políticos pidiéndoles una mayor implicación para con su sector. “Quería pedirles que tengan en el punto de mira a la agricultura y a la ganadería, porque somos los que levantamos la economía. Un pueblo como Rioseco no puede vivir del turismo”, aseguró.