Seamos sinceros, la mayor parte de los cinéfilos únicamente recuerdan a los actores principales de las películas, dejando de lado al resto del reparto y llegando, incluso, a olvidar el propio nombre del filme. La importancia de los protagonistas es innegable. No obstante, los personajes secundarios tienen también mucho valor; puesto que completan la trama y catalizan a los protagonistas hacia el final de la historia.
Algo parecido pasa en la actual estructura del fútbol. Normalmente, únicamente, se valoran y vanaglorian el trabajo y los logros del primer equipo, dejando totalmente en la sombra al resto de grupos que conforman la cantera. Tan vital es la repercusión que pueden llegar a tener los actores secundarios en las películas, como la importancia que tienen los conjuntos de fútbol 11 anteriores al primer equipo en cualquier club deportivo. Y es que detrás de un buen primer equipo, siempre hay una gran cantera.
Los actores más pequeños del Juan Carlos Navarro son los del grupo Infantil, capitaneado por Toño Pardo y Tomás Corral; que, además, cuenta con cuatro alevines porque sin ellos, no habría suficientes niños como para formar el equipo. “Tenemos un equipo muy nuevo porque la mayoría nunca había jugado a fútbol 11”, declara Toño. No obstante, esto no ha sido un problema para los entrenadores, puesto que “tácticamente se posicionan muy bien en el campo y tienen una facilidad asombrosa para adquirir cualquier sistema de juego”, añade.
Esto, sin embargo, no es fruto de la casualidad, sino de un trabajo constante en cada entrenamiento en los que el balón es el protagonista, pero sin olvidar el trabajo físico, vital en niños que acaban de dar el salto del fútbol 7 al fútbol 11. “El cambio de campo se les nota mucho, se les hace muy grande. Por eso, siempre intentamos trabajar el fondo físico, pero lo hacemos a través de ejercicios con balón (dribbling, tiros a puerta, posesión, rondos…) para que les sea más ameno”, cuenta Tomás Corral.
Los primeros meses de la temporada fueron de adaptación para los infantiles. Así, se tuvieron que familiarizarse con las reglas del fútbol 11 y adaptarse a las distancias del Juan Carlos Navarro. “Lo más importante tácticamente es que aprendan a colocarse en el campo y las coberturas”, relata Toño. “También es muy importante que aprendan a saber lo que es la competitividad y a adquirir roles como el de suplente”, apunta Tomás. En definitiva, que “se vayan familiarizando con lo que es el fútbol propiamente dicho”. Y, por supuesto, sin olvidar los valores que se enseñan a los blanquinegros desde la Escuela y que definen al Club Deportivo Rioseco: “El respeto al compañero, al entrenador, al árbitro y al contrario”.
El siguiente escalón futbolístico correspondería al equipo Cadete, pero esta temporada, no ha habido los suficientes chavales como para formarlo. Por lo tanto, los cinco chicos en edad cadete, han pasado a formar parte de la estructura del grupo de los juveniles. Es por esto que el equipo dirigido por Jesús González, Julián Fernández y Sergio Sánchez cuenta con una plantilla “muy joven y amplia”.
A pesar de la juventud de los futbolistas, tienen que estar preparados mental y físicamente para competir a todos los efectos, por lo que los entrenadores inciden en esta faceta en cada entrenamiento. “Es una edad que ya les tienes que preparar totalmente para competir. Es cierto que el margen de aprendizaje es mucho menor que en categorías inferiores, pero nuestro objetivo es competir a alto nivel y por eso trabajamos mucho este aspecto”, declara Jesús.
No obstante, no es la única faceta que se trabaja en los entrenamientos, “totalmente preparados desde pretemporada”, puesto que el físico, la táctica y la técnica son también vitales en esta categoría. “Intentemos trabajar mucho el físico y lo combinamos con la táctica y la técnica; para que el trabajo se vea reflejado en los partido”, continúa Jesús. Además, “intentamos que sean participativos, que el balón sea el rey y que sean divertidos para que ellos se sientan a gusto”, añade Sergio. Y es que el buen ambiente extradeportivo se refleja a la hora de competir, y por lo tanto, en los resultados. “La unión, el conjunto es lo que hace que el equipo esté arriba, en el medio o abajo. Si el equipo va a la vez, todo será mucho más fácil”, relata Jesús. “Los valores más importantes son sin duda el compañerismo y el ser un equipo, si se consigue eso es un paso importante y tenemos ya mucho ganado”, apostilla Julián.
Esto, unido a las necesidades del primer equipo, puede propiciar la llamada para jugar con los mayores. Normalmente, suele ser algo puntual, por lo que los entrenadores deben preparar a sus chicos tanto para el salto como para el retorno. “Tienen que saber que si están con los mayores es porque con el equipo Juvenil lo están haciendo bien. Siempre es más fácil dar el salto al equipo superior que volver al Juvenil, que es cuando les tienes que preparar para que no se crean que son los mejores”, explica Jesús.
Todo este trabajo tiene un único objetivo: quedar entre los cuatro primeros y conseguir el ansiado ascenso a Primera Provincial. “Estamos compitiendo en un grupo difícil, con diez equipos muy fuertes, pero nosotros tres y los veintiún jugadores intentaremos llevar el escudo del CD Rioseco lo más dignamente posible y conseguir nuestro objetivo” subrayan. Algo que por el momento están logrando: ocupan una meritoria tercera plaza con un total de veintiún puntos.