La Nacional 601 Valladolid-León, a su salida de Medina de Rioseco en las curvas conocidas como Coruñeses, se ha cobrado hoy un nuevo accidente. Al filo de las dos de la tarde un coche se salía en la primera curva (sentido Valladolid) igual que ayer ocurriera en otras dos ocasiones, que se sumaron a otras dos colisiones muy cerca de la ciudad. En total ya son cinco los accidentes de los que ha tenido constancia este diario.
Afortunadamente, tampoco hoy ha habido que lamentar heridos de gravedad, aunque la Guardia Civil ha limitado todo el tramo a 60 kilómetros por hora, para evitar nuevos percances. EL vehículo perdió el control y chocó contra el quitamiedos invadiendo el sentido contrario, gracias a que ningún vehículo circulaba en ese instante, por lo que el percance no tuvo mayores consecuencias. Según ha podido conocer este periódico el motivo de estas salidas de la calzada podía estar en una fina capa de agua del nivel freático que asciende al pavimento, formando una pequeña película que vuelve el asfalto muy resbaladizo.
Esta es, al menos, la explicación que ha recibido el alcalde de Medina de Rioseco, Artemio Domínguez, que este medio día -alertado por la nueva colisión- ha telefoneado al subdelegado del Gobierno, José Antonio Martínez Bermejo. El responsable de la subdelegación ha explicado que se trata de un fenómeno natural aparecido como consecuencia de las últimas e incesantes lluvias.
La capa freática asciende a la superficie de la calzada y se vuelve resbaladiza, en un fenómeno similar al del aquaplaning. Esto es lo que sugieren que podría haber originado la sucesión de accidentes de tráfico. Las autoridades han pedido a los conductores mucha prudencia y que limiten la velocidad en este tramo, especialmente, en las curvas de Coruñeses y en las de la entrada a la ciudad.
La Voz recibe el testimonio de muchos conductores en apuros en este tramo
Este periódico, tras informar ayer de los cuatro accidentes sufridos en menos de tres horas, recibió un aluvión de comentarios, correos electrónicos y mensajes a través de las redes sociales, de conductores que decían haber sufrido sustos similares, aunque sin salidas de la vía, en este tramo. Todos hablaban de pérdida de adherencia de su vehículo. Sin embargo, algunos advierten que se trata de sustancias arrojadas para evitar el hielo que, cuando se fusionan con la lluvia, hacen que la calzada se vuelva una auténtica pista de patinaje. Sea como fuere, desde este periódico nos unimos a la petición de que se esclarezcan los hechos y reiteramos a todos nuestros lectores prudencia y que no se supere la velocidad permitida en estos momentos.
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