Fieles a la tradición que custodian, un año más este 5 de febrero, las águedas riosecanas volvieron a tomar el mando de la ciudad. En este caso la alcaldesa 2017, Mari Cruz Calvo Bernardo, recibió el bastón de mando que entregó el alcalde Artemio Domínguez en un acto que tuvo lugar en el antiguo salón de plenos de la Casa Consistorial.
Durante los días 2, 3 y 4 de febrero, las hermanas de la cofradía de Santa Águeda celebraron un solemne triduo. Los festejos comenzaron este sábado cuando la alcaldesa invitó al resto de águedas a un chocolate con churros.
Por su parte, este domingo, la junta directiva, la alcaldesa 2016 y la Vara Mayor acudían a primera hora de la mañana a la casa de la nueva alcaldesa, Mari Cruz Calvo. Minutos más tarde, el resto de hermanas de la cofradía acudían al Ayuntamiento para el traspaso de poderes en el que Artemio Domínguez recordó la responsabilidad de tomar el mando de la ciudad por un día.
Ataviadas con sus vestidos tradicionales, no faltaron los bailes regionales y la diversión. Tras la misa, celebrada en la iglesia de San Pedro, comenzaba la popular procesión con la imagen de Santa Águeda que, como es habitual, terminó en la capilla superior del Arco de las Nieves donde reposa el resto del año.
Una comida en el restaurante Santamaría, con baile, dio paso a la representación teatral La Bella Mirandolina, del grupo de Teatro Escenas, de Renedo de Esgueva. Las águedas más marchosas continuaron la festividad de su patrona.