La Virgen del Carmen es una de las imágenes que más fervor y devoción despiertan en la geografía española, sobre todo en las zonas costeras, por tratarse de la patrona y protectora de los marineros. No obstante, en Rioseco, antigua tierra de almirantes, la festividad del Carmen se vive también de manera muy especial.
La solemne misa, la procesión y la emotiva salve son el broche final a la habitual novena que se realiza anualmente con motivo de la festividad del Carmen, el día 16 de julio. Esta semana de culto está organizada por la Cofradía riosecana de la Virgen del Carmen, que lleva más de quince años celebrándolo. Desde que las monjas abandonaron el cenobio de la ciudad de los Almirantes en el año 2005 “hacen todo lo posible para que no se cierre y desaparezca la cofradía”, puesto que desde entonces la iglesia sólo está accesible al público en estas fechas.
El desfile de la talla que durante todo el año preside el altar mayor de la iglesia del antiguo convento de San José recorrió, acompañada de multitud de fieles y amenizado con cánticos en su honor, las calles del barrio de la ciudad al que da nombre.
La iglesia encontrada en estado de abandono
Cuando este año la Cofradía de la Virgen del Carmen abrió la iglesia para adecentarla y que estuviese a punto para la celebración de la novena, se encontraron que estaba todo sucio, “convertida en un palomar”, contaban. Tras una trabajosa labor de limpieza, acondicionaron la iglesia para que los riosecanos pudiesen honrar a la Virgen del Carmen. Desde la Cofradía aún no tienen muy claro que harán al respecto, ni qué medidas van a tomar, puesto que según cuentan es una decisión que “depende de muchas cosas” y que está únicamente “en manos del arzobispado”.