Cerca de un centenar de personas acudieron, como romeros, al traslado de la Virgen y el Cristo de Castilviejo a su ermita, para la celebración este viernes, festividad de la Virgen, patrona de Medina de Rioseco. Después de la última jornada de novena, las dos imágenes –portadas a hombros- desfilaban desde la iglesia de Santa María hasta el templo conventual de San José.
Allí se entonó la salve, para que las personas más mayores pudieran despedirse de la patrona, sin necesidad de hacer todo el camino. El Cristo se desprendía de sus andas para hacer más cómodo el camino a sus porteadores. Rezando el rosario, con cánticos dedicados a la virgen y con otras oraciones discurrió el camino de poco más de tres kilómetros.
El cortejo llegó ya de noche al santuario mariano. Una salve puso punto y final al traslado, mientras los responsables de las hermandades de la Virgen del Castilviejo y del Cristo preparaban las imágenes para el día de la fiesta.
Este viernes, festividad de la Virgen de Castilviejo, patrona de Medina de Rioseco, se celebrará la misa solmene, cantada por la coral riosecana Almirante Enríquez a partir de las 12.30 horas. Tras la eucaristía, procesión alrededor de la ermita con las dos tallas titulares, acompañadas por el grupo de danzas Ciudad de Rioseco.