Como cada Lunes Santo, los cofrades del paso de La Oración en el Huerto se esmeraron en vestir el árbol. Una costumbre que se repite Semana Santa tras Semana Santa y que consiste en sustituir el ramaje del árbol que acompaña al conjunto escultórico. Se renuevan las ramas de olivo que previamente han cortado en el pago de La Perla, antes de plantar uno nuevo. Ya en la iglesia de Santiago, con sumo cuidado y unas buenas dosis de estética, se van colocando armoniosamente para que el Jueves Santo luzca por las calles de Rioseco. Como siempre decía el recordado Vicente Martín, el Cristo sonreirá si el árbol está bien vestido.