La mañana más mágica del año

Junto al árbol de Navidad tres vasos de leche y un bandeja con turrón; los zapatos muy limpios. La noche es muy larga para ellos y tendrán que reponer fuerzas. Cuesta conciliar el sueño, los nervios a flor de piel. Algunos ruidos rompen el silencio de la noche… ¿Ya habrán llegado? Hay que arroparse y cerrar los ojos, no sea que nos descubran.

Amanece y aunque es fiesta, los niños de la casa no aguantan más. Se tiran -literalmente- de sus camas y corren directamente hasta el árbol. Un montón de paquetes y regalos por abrir. A pesar de que no han sido lo demasiado buenos que prometieron, los Reyes Magos se han portado de maravilla y han traído hasta el último de los regalos del largo listado que recibieron en una carta hace ya días.

Es la ilusión de una mañana mágica, la de Reyes. Los niños de Rioseco se afanan por abrir todos los juguetes. Es una sensación única y feliz, que a los adultos les transporta años atrás para revivir en primera persona los nervios y la alegría de un amanecer fantástico. Ese padre y ese hijo que juegan con el scalextric nuevo como si no hubiera mañana. Los muñecos ya ocupan sus sillas y carros de bebés.

No faltan los juegos tecnológicos, tampoco los coches teledirigidos, los ultramodernos drones y las bicis o los balones, que jamás pasarán de moda; o los alucinantes disfraces de superhéroe. Tiempo para salir a la calle a jugar y enseñar todos los regalos a familiares y amigos. Es la mágica mañana de Reyes donde la felicidad de los niños no tiene precio y donde los adultos nos convertimos, aún sin quererlo, en aquellos pequeños que sueñan con abrir el regalo esperado. Feliz Día de Reyes.