La Jota, esa danza española tan extendida en gran parte de la geografía nacional fue protagonista el pasado sábado en Medina de Rioseco. Dos de sus variedades más extendidas, la jota castellana y la aragonesa, se hermanaron gracias al Festival de Danzas Ciudad de Medina de Rioseco, en el que participaron el grupo riosecano anfitrión y la Escuela de Jota de Tabuenca, en la provincia de Zaragoza.
El grupo maño ya demostró, primeramente, en la iglesia de Santa María, donde cantó una solemne misa, la calidad de sus voces. Tabuenca es un pueblo de apenas medio millar de habitantes, donde más del 10 por ciento de los vecinos son componentes de la escuela, lo que le ofrece aún más un plus de calidad a la agrupación.
Un animado pasacalles por la calle Mayor de Rioseco desembocó en el claustro de San Francisco, un espacio gótico e inmejorable, donde disfrutar de los bailes de los dos grupos actuantes. Primero fue el de Rioseco, emblema durante más de tres décadas de la jota castellana. Muy aplaudida también fue la actuación de la sección infantil, el futuro de Rioseco que, poco a poco, consolida la escuela.
Más tarde, el grupo de Tabuenca –que vino a Rioseco a través de una zaragozana con raíces riosecana- hizo un recorrido por el rico folclore de la comunidad aragonesa, acompañados por un potente coro de voces masculinas y femeninas, que trasladó la jota aragonesa al corazón de Castilla. Todo un espectáculo folclórico que, año tras año, deja claro que las danzas regionales están aún muy vivas.