Medina de Rioseco se ha puesto esta semana las mayas para disfrutar del habitual Campus de Gimnasia Rítmica celebrado en la ciudad de los Almirantes, que es una cita señalada para las pequeñas amantes de esta disciplina en la provincia. Y es que, tal y como señalaba Rafael San José, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Medina de Rioseco, “este evento deportivo está totalmente consolidado en el verano deportivo de la ciudad”.
Un total de 35 gimnastas, con edades comprendidas entre los 3 y los 15 años y llegadas de Rioseco, de otros municipios de la provincia y de la propia ciudad de Valladolid, han llenado de ganas, diversión e ilusión esta décima edición. El número de participantes ha sido “muy similar al de otras ediciones”, cuenta Sheila Nieto, que se ha estrenado este año como coordinadora del campus ante la ausencia de Virginia Benavides. No obstante, apunta Nieto, “sí que se hay menos que el año pasado que tuvimos casi medio centenar”. Esto es debido al retraso de la fecha del Campus, que solía celebrarse a principios de agosto. “Ha habido casos de niñas fijas, que siempre vienen al Campus, que no han podido venir porque están de vacaciones o porque coincide con las fiestas de su pueblo”, matiza Sheila.
Desde que se iniciase el Campus el pasado lunes, las niñas no han parado ni un segundo. Han sido días de mucha actividad y también mucha diversión. Las tres monitoras del Campus (Sheila Nieto, Pilar Gutiérrez y Elvira del Campo) han llevado a cabo una serie de variadas actividades y ejercicios con las futuras promesas de los leotardos y los lazos de colores, organizadas por edades. “Hemos hecho cuatro grupos atendiendo a la edad sin importar el nivel, ni si han hecho gimnasia antes o no”, explica Sheila.
En cuanto a los ejercicios que realizan, son sencillos y adaptados a las necesidades de todas las niñas, puesto que se trata de un campus abierto. “Por las mañanas nada más llegar comenzamos con un calentamiento, después realizamos ejercicios de manos libres, en los que trabajamos los movimientos corporales y los saltos y para finalizar cogemos los aparatos”, desgrana Nieto. Precisamente estos últimos ejercicios con lazos, sombreros y demás accesorios son los que más gustan a las niñas, sobre todo a las más pequeñas como es el caso de Carmen Cuenca, que con solo tres años estaba “muy contenta” con el gorro que le habían dejado. Además de estas sesiones diarias relacionadas directamente con la gimnasia rítmica, las participantes también pudieron disfrutar en la tarde del pasado miércoles de una novedosa actividad: un taller de zumba. “Como está tan de moda, nos decidimos y ha gustado mucho”, afirma Nieto.
La tradicional exhibición puso fin al Campus
El cierre de esta décima edición se llevó a cabo, como ya es habitual, en el Pabellón cubierto del Polideportivo Municipal, con una exhibición en la que las participantes mostraron todo el trabajo realizado durante esta intensa semana. Cada grupo realizó dos bailes, uno con manos libres y otro con aparatos y para finalizar todas juntas deleitaron a los presentes con una actuación de aeróbica. Sheila, la coordinadora de esta décima edición, se mostraba «contenta» con el resultado obtenido y realizaba un balance «bastante bueno» de esta décima edición.