Las ingentes riquezas que producían las dos Ferias que celebraba la villa de Medina de Rioseco en el siglo XVI, a las que se unió la llegada de los productos del Nuevo Mundo (especialmente piedras y metales preciosos), dieron lugar a una época de esplendor económico de nuestra ciudad que por desgracia nunca ha vuelto a repetirse. Esta prosperidad provocó el nacimiento de largas sagas familiares de mercaderes, que llegadas de toda Europa, establecieron su sede en Rioseco para dirigir sus negocios y que a través de matrimonios y herencias, acabaron por quedarse definitivamente y hacer de sus bienes riosecanos parte principal de sus mayorazgos.
El comercio de la lana castellana y la importación de paños de lujo de Flandes e Italia, era el principal sostén de aquella riquísima economía riosecana. En ella basaban sus transacciones las empresas familiares de los Pinto, los Aguilar, los Beizama, los Cuadrado, los Espinosa, los Benavente… estirpes mercantiles que en algunos de los casos ya hemos estudiado en este apartado de La Voz del Ayer.
Una de esas familias llegadas más allá de nuestras fronteras fueron los italianos Del Nero. Su origen se remonta al siglo XIII, cuando Ventura del Nero, trasladó su residencia desde Génova a Florencia. En la ciudad toscana ejercieron en numerosas ocasiones los cargos de senadores y presidentes de justicia y el oficio de gobernadores cuando Florencia era una república. Allí emparentaron con los Médici y con los Orsini, e incluso con el Papa León XI, de quien eran primos carnales. También ocuparon el cargo de gonfalonieri, algo así como portaestandartes, un cargo honorífico reservado a las familias nobles de la ciudad, hasta que recayó a perpetuidad en la de los Médici. Algunos tuvieron también el de podestà, como fue el caso de Bernardo di Simone del Nero, padre del primero de esta familia que llegó a España y primo de aquel del mismo nombre que fue decapitado y desposeído de su palacio y sus bienes, durante los años del monje Savonarola.
El primer Del Nero establecido en España fue Francisco Bernardo del Nero, que lo hizo no sólo como mercader, sino como embajador del Estado de Florencia en la Corte de los Reyes Católicos. Sus hermanos permanecieron en Florencia y de uno de ellos descendieron los Barones del Nero, que tuvieron durante siglos una estrecha relación familiar con sus primos españoles. Este Francisco del Nero se casó con Teresa de Robles Bazán, hija del señor de Trigueros del Valle, y fueron padres, entre otros, del primer Del Nero riosecano.