En primer lugar, se abordó el tema de Técnicas básicas de disciplina, con el que hemos querido mostrar a los padres de nuestros escolares la importancia de la disciplina dentro de la educación de sus hijos. A lo largo de la exposición se abordaron aquellas técnicas de disciplina que son más comunes en el contexto familiar y que pueden ser aplicadas por personas no especializadas como las llamadas de atención, las reprimendas, retirada de privilegios, dejar sufrir las consecuencias,… y por último se les ha explicado cómo llevar a cabo, de forma sencilla en casa, un plan de modificación de conducta.
Algunas o todas ellas son técnicas que habitualmente utilizamos diariamente en la educación de nuestros hijos pero que a veces no se aplican de forma adecuada, por eso con esta charla hemos querido dar unas orientaciones sobre su correcta aplicación mostrándoles un patrón correcto de pautas educativas que debemos seguir para mejorar nuestro rol de padres.
La segunda parte de la charla se dedicó a “Cómo ayudar a nuestros hijos en los estudios”. Los estudios son una etapa clave en su vida y el papel que desempeñamos los padres es muy importante.
El objetivo de esta charla era concienciar a los padres de la importancia que tienen los aprendizajes en los niños de tres a doce años, ya que durante esta etapa adquieren el dominio de la comunicación oral, interiorizan aprendizajes instrumentales como la lectura, la escritura, el cálculo y la resolución de problemas matemáticos básicos, el razonamiento lógico y la adquisición del hábito del estudio.
Existen una serie de factores que van a influir en el rendimiento y en el proceso de estudio de nuestros hijos, como la alimentación y el sueño (no podrán afrontar una mañana de trabajo intelectual sin desayunar y sin dormir las horas necesarias), las características del centro escolar (organización interna, preparación, disponibilidad e implicación de los profesores), las características del entorno familiar (la supervisión que tengan los niños en casa y el seguimiento que hagan de sus estudios, el ritmo de la vida familiar, rutina diaria sin muchos cambios o niveles de estrés, la autonomía personal y responsabilidad que se le exige al niño, el clima emocional, las expectativas que la familia tenga hacia los estudios, las estrategias que los padres utilizan para educar a los hijos).